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Estafas, pedido de coimas y amenazas: los “errores no forzados” con los que el propio Presidente debilitó a su espacio político.
04/03/2025 - 00:00hs
Durante las últimas semanas, el Gobierno, y en particular el Presidente Javier Milei, se vieron envueltos en una serie de escándalos que pasaron desde el “criptogate” hasta la amenaza de intervenir una provincia. Esta serie de “errores no forzados” dejaron tanto al líder libertario como a su administración en el ojo de la tormenta.
Estafas, coimas y un Presidente
El comienzo de esta serie de escándalos que salpicaron tanto al Presidente como a su círculo íntimo tuvieron su comienzo semanas atrás. Cabe recordar que el 14 de febrero Milei generó revuelo tras recomendar en X el token $Libra, que rápidamente disparó su cotización a un pico de $4.978 dólares para luego desplomarse en minutos a menos de $1 dólar.
La situación no solo provocó el repudio de gran parte de la sociedad, sino que también generó el comienzo de denuncias e investigaciones, tanto a nivel nacional como internacional, por la presunta estafa del emprendimiento.
En esta línea, las investigaciones arrojaron pruebas y testimonios sobre un aceitado maquinismo de pedido de coimas a empresarios y emprendedores, para mantener “encuentros” y hasta para ser “promocionados” por el líder libertario. Las acusaciones incluyeron desde asesores del Presidente, hasta la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
Buscar enemigos para desviar la atención
Lejos de terminar los escándalos, y más lejos aún de que estos se esclarezcan, el líder libertario intentó desviar el foco de atención buscando un enemigo: la Provincia de Buenos Aires y su gobernador.
Tras el aberrante hecho de inseguridad que culminó con el asesinato de Kim Gómez, Milei utilizó las redes sociales para pedir la renuncia del gobernador Axel Kicillof, amenazando con la intervención de la Provincia.
Con este ataque a la institucionalidad del país, el mandatario argentino intentó correr el foco e instalar otro tema en la agenda de los medios. Lamentablemente para Milei, nuevas evidencias que lo vinculan cada vez más a la criptoestafa vieron la luz, tanto en medios locales como internacionales, lo que echó por tierra la poco eficiente táctica de distracción.
Así, luego de esta serie de escándalos e investigaciones que golpean de lleno al oficialismo, el Presidente Milei se convirtió en el mayor enemigo del Gobierno libertario.