La crisis no da tregua al empleo

Política

06/02/2015 - 06:11hs

El cepo cambiario y la restricción a las importaciones impactan en la economía nacional, con despidos de miles de trabajadores. Consecuencias de la inexistencia de planes estratégicos

la Argentina de hoy muestra grandes niveles de desigualdad, que quedan claros en cualquier sector de la actividad nacional. El del empleo es uno de ellos, sobre todo por los efectos de las desacertadas políticas llevadas adelante por el kirchnerismo en materia económica.

La industria automotriz suma más de 3.000 despidos en seis meses, algo que preocupa a las autoridades, más cuando ayer corrió el rumor de que Peugeot Citroen PSA habría despedido 1.000 operarios de su establecimiento de El Palomar, algo que fue negado por el vocero de la empresa. Esto se suma a los casi 2.000 despidos que hay en Tierra del Fuego en la industria de la electrónica y a los miles de parados que hay en la construcción y la industria metalúrgica.

Medidas como el cepo cambiario y la restricción a las importaciones en vez de contribuir a la reconstrucción de la industria nacional, sólo han servido para endurecer las consecuencias sobre la producción local. Miles de empresas paralizadas con obreros abandonando sus puestos de trabajo, es la triste foto que simboliza a la Argentina de estos tiempos.

Las economías regionales están mostrando prácticamente una situación desesperante, con gran destrucción de empleo en distintas provincias de la Argentina. Para completar un escenario oscuro, la falta de insumos para llevar adelante la producción, ha frenado cosechas y producciones que hubiesen servido para el despegue nacional.

En diálogo con Hoy, el presidente del Banco Ciudad,  Rogelio Frigerio  (nieto del fundador del desarrollismo en la Argentina, quien fue una de las mentes más lúcidas del siglo XX en nuestro país), señaló que “el gobierno se va quedando sin margen para generar políticas que puedan posibilitar la recuperación económica, el nivel de actividad, de empleo, de consumo y además que entren los dólares. Si algo ha perdido este gobierno en estos años es la confianza”. Para Frigerio, “esta política se aplica a costa de más desempleo, más recesión, más pérdida del poder de compra del salario, menos consumo, es decir, si el gobierno logra sostener las reservas con estas políticas actuales, lamentablemente el costo de esto va a ser altísimo en materia social”.

Como en tantos otros órdenes de la vida diaria, la falta de un plan estratégico para la economía nacional por parte del gobierno nacional, ha sumergido a la Argentina en la incertidumbre de no saber qué es lo que puede pasar dentro de unos meses, generando un escepticismo muy grande en la población y en la producción nacional.

 “Lo que se precisa en forma urgente es tener un proyecto económico, este gobierno nunca tuvo un plan económico, nunca tuvo un proyecto de largo plazo, tuvo un horizonte que siempre se terminó en la próxima elección y nunca pensó en el más allá del programa electoral, y eso tiene su impacto negativo en la economía y en la vida diaria de todos los argentinos”, destacó Frigerio.

Especialistas económicos advierten que una de las primeras cosas que debería hacer el gobierno si quiere encausar la situación, sería restaurar la confianza pérdida por los “horrores” que se vienen cometiendo a lo largo de la mal llamada década ganada, ya que no hay política económica que pueda tener éxito si la gente no cree en sus gobernantes, esa es una premisa fundamental, y en la Argentina pocos creen en el Ejecutivo y las autoridades económicas.

No existen soluciones mágicas o puntuales a los problemas económicos de los argentinos, sólo se podría dar respuesta a los inconvenientes estableciendo un  programa integral que ataque las causas y no los problemas, algo que durante los casi 12 años de gobierno K no ha existido.

El impacto en las familias

La inflación, la desaceleración económica y la recesión que vive la Argentina, está golpeando en uno de los temas más sensibles de la política y de la economía, que es en la capacidad de generar empleo.

Esta situación lleva a que en el país se genere una mayor incertidumbre, mayor malestar social, y con mayores conflictos familiares al perderse el sustento familiar y sus ingresos.
Es una sensación muy preocupante, porque se sabe que se entra en recesión por un problema de incapacidad de gestión en las autoridades económicas, y hay que tratar de ver cómo se llega al cambio de gobierno, y eso es lo que las empresas y los empleados están observando por estas horas. Cuando empieza el ruido de la sensación de pérdida del empleo, empieza a impactar en forma muy negativa hacia el seno de las familias.

No hay señales de parte del gobierno de que esta situación de vaya a dar vuelta en el corto y mediano plazo, ni siquiera hay una previsión de que en este año se pueda dar vuelta, y no pareciera, salvo lo que se hace para volver a estar otra vez en el mercado externo, que haya alguna otra expectativa para reactivar la economía.

Números que preocupan

El estancamiento y la recesión que viene atravesando la Argentina en los últimos años, ha llevado a los argentinos a tener nuevamente temor a perder sus empleos en el corto y mediano plazo.

Un estudio efectuado por el Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que dirige el diputado nacional Claudio Lozano, señala una baja continuada de la tasa de actividad en nuestro país a lo largo del año 2014, llegando al 44,7%, el número más bajo que se registra desde el inicio de la gestión K y la tasa de empleo del 41,3%, que también es la más baja desde el año 2006.

Realizando el ejercicio de mantener constante la tasa de actividad, se observa una caída en la tasa de empleo que se traduce en un desempleo más alto, que sube al 11% para el tercer trimestre de 2014 en lugar del 7,5% difundido por el Indec, llegando a casi 2 millones de argentinos sin trabajo.

Uno de los datos claves para entender la crisis del país, pasa por la destrucción del empleo y el deterioro que han sufrido los salarios, variables centrales en el aumento de la pobreza. Según el estudio del IPyPP la pobreza en nuestro país alcanza a las 20 millones de personas, dando muestra cabal de que la “política productivista” que dice haber implementado el kirchnerismo sólo existe en la mente de sus más fanáticos seguidores.

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