21/04/2015 - 06:12hs
Una formación china que cubre el servicio Retiro-Rosario tuvo que ser remolcada por una vieja locomotora diesel por graves problemas técnicos. Una postal de la “revolución ferroviaria” del ministro K
El kirchnerismo ha tomado a lo largo de los últimos años la cuestión ferroviaria como uno de sus caballitos de batalla para mostrar todo un espíritu de gestión para mejorar el transporte en la Argentina. La realidad muestra una situación totalmente opuesta.
Una clara muestra de ello es que una formación china que cubría el servicio Retiro-Rosario -recientemente comprada por el gobierno al gigante asiático, como si fuese un gran logro-, tuvo que ser remolcada por una vieja locomotora diesel hasta la estación Miguelete (tal como se muestra en la tapa del diario Hoy) debido a los problemas técnicos. El tren se detuvo en medio del trayecto y ya no pudo volver a arrancar. Lo escandaloso es que este servicio fue lanzado por Florencio Randazzo hace sólo 3 semanas y no sería un caso aislado. Supuestamente se invirtieron 3500 millones de pesos, pero la eficiencia brilla por su ausencia: cuando funciona, el tren en cuestión tarda más de siete horas en llegar a Rosario, cuando debería demorar no más de 3 horas.
Organizaciones ligadas al ferrocarril y trabajadores ferroviarios denuncian que en los últimos meses se han registrado numerosos problemas con las locomotoras chinas. Es más, por la falta de repuestos, se tuvo que sacar partes de locomotoras nuevas que no estaban en uso porque vinieron falladas de fábrica.
En diálogo con Hoy, el profesor y creador del Proyecto Tren Para Todos, Leonardo Rico, aseveró que “la foto de una vieja formación diesel transportando una de las formaciones chinas recién compradas por el gobierno es algo bochornoso para Randazzo y su supuesta ‘revolución ferroviaria’, que no hace más que mostrar el desastre del sistema nacional”.
Para el investigador ferroviario, “hay muchas dudas sobre la calidad de lo que se está comprando. Por ejemplo, en las formaciones nuevas que hacen Retiro-Córdoba no se reclinan los asientos y no tienen luces individuales en los asientos. A diferencia de los viejos trenes Hitachi, los asientos no giran y no se levantan los apoyabrazos. Son detalles que llaman la atención y muestran que las nuevas formaciones no son de la calidad que nos dice desde el gobierno”.
Los más grave es que, según distintos expertos, existen muchas sospechas por la calidad de la amortiguación de los trenes comprados al país asiático. Por ejemplo, en el tramo Rosario-Córdoba, se han detectado extrañas vibraciones en los trenes, como si no estuviera adaptado a la trocha, algo muy grave para la seguridad de los pasajeros. Además, existen una alarmante falta de datos técnicos sobre las nuevas locomotoras asiáticas.
“Cuando se le preguntaron a las autoridades los motivos por los cuales hacían estas compras a China, nos dicen que tuvieron que salir a comprar de emergencia porque se les presentó la oportunidad. Nos dijeron que tuvieron que apagar incendios después de la tragedia de Once. Todas sus respuestas nos hacen dudar mucho de la calidad y la conveniencia acerca de lo que se está comprando ya que hay trenes nuevos que están con amplios desperfectos”, señaló Rico.
Otro tema es que por contrato, cuando se rompen partes de estos vagones, la Argentina está obligada a comprar los repuestos a China. Está todo estandarizado ya que, por ejemplo, una butaca sale 150 dólares y un vidrio 100 dólares. Es decir, todo cotiza a precio dólar, cuando se podría usar ese dinero para industrializar la alicaída industria ferroviaria nacional que supo ser ejemplo en todo Latinoamérica.
El vaciamiento y el desfinanciamiento del ferrocarril que comenzó en los ’90 continúa con el kirchnerismo, que más allá de las lindas palabras que suele enarbolar el relato oficial, la realidad muestra que las acciones efectuadas surgen poco efecto en un servicio que sigue defectuoso y hace que el usuario en pleno siglo XXI siga viajando como ganado.
Servicio deficitario
Las nuevas formaciones ferroviarias puestas en funcionamiento por el ministro Florencio Randazzo, dan minuto a minuto novedades sobre los graves desperfectos que sufre en su accionar.
Un claro ejemplo es el servicio que cubre Capilla del Señor con la Estación Victoria, que el pasado sábado al mediodía, la formación CMM03, apenas pudo llegar hasta la estación Matheu, al haberse roto el cardan en uno de sus vagones.
“En menos de tres meses vemos que muchas de las formaciones chinas ya han quedado fuera de servicio porque se han roto mucho más rápido que las viejas locomotoras Hitachi que funcionaron durante años en nuestro ferrocarril”, le señaló a Hoy el delegado de la Unión Ferroviaria, Luis Martínez.
Para el dirigente gremial, “el servicio está peor que antes, con menos cantidad de horarios para viajar, no hay servicios nocturnos, se han perdido los servicios de los sábados y los domingos, la gente empieza a tomar otra vez el colectivo los fines de semana lo que hace muy difícil nuestro trabajo”.
Los hechos marcan que desde el ministerio que conduce Randazzo no se tiene idea de cómo hacer las cosas y esta improvisación impacta profundamente en el servicio que se le da al usuario en forma diaria.
Dependencia china
El acuerdo de compra de estas formaciones que se están viendo en las vías argentinas a China, han traído aparejado una enorme sumisión de la Argentina a los dictados del gigante asiático.
La Argentina no está tomando las decisiones con China, sino que es el país asiático el que hace lo que quiere con nuestro país, marcando a las claras que no es el camino de reconstruir el ferrocarril nacional el comprar todo afuera.
Aparte de todas las dificultades que surgen por el servicio deficiente que se les brinda a los usuarios, se debe esperar a que China se digne a mandar el material pedido para solucionar los inconvenientes en los trenes, marcando cuan alta es la dependencia de la Argentina del gigante amarillo.