08/08/2017 - 10:46hs
Obispos de la región patagónica manifestaron su desacuerdo con la construcción de una central nuclear en Río Negro, al considerar que acarreará graves riesgos para la población y el ambiente, entre otros puntos de un documento difundido hoy en Neuquén.
"La Patagonia tiene un potencial natural que no puede ser puesto en peligro. Por eso nos provoca perplejidad este proyecto cuando en varios países se abandona este modo de producir energía", afirmaron.
Los obispos, que la semana pasada mantuvieron una reunión para tratar este asunto en la capital neuquina, propusieron "un debate interdisciplinario, honesto y transparente", dado que "este emprendimiento surgió al margen del conocimiento de la mayoría de los ciudadanos".
"En una cuestión de tanta trascendencia ningún gobierno debe decidir cerrándose en un círculo restringido", advirtieron sobre la central impulsada por tanto por el Gobierno nacional como por el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck.
En el documentos, los obispos reconocieron "la necesidad que tiene el país de producir más energía eléctrica, la oportunidad laboral de su construcción, la urgencia de generar otro tipo de energía que no emita gases de efecto invernadero" pero al mismo tiempo afirmaron que una planta nuclear "produce residuos radioactivos peligrosos por mucho tiempo, implica un costo muy alto y las consecuencias de una falla o accidente son gravísimas e irreparables".
El obispo emérito de Neuquén, Virginio Bressanelli, estuvo a cargo de las deliberaciones de las que surgió el documento en el que los obispos aseguraron que "hoy no están dadas las condiciones para realizar este emprendimiento" y que "es imprescindible que en todo emprendimiento en la Patagonia, actual o futuro, se tenga en cuenta la protección de los habitantes y el cuidado de la casa común".
El documento lleva la firma de Bressanelli y los obispos, Fernando Croxatto, de Neuquén; Marcelo A. Cuenca, de Alto Valle del Río Negro, Juan José Chaparro, de San Carlos de Bariloche; Miguel Ángel D'Annibale, de Río Gallegos; Joaquín Gimeno Lahoz, de Comodoro Rivadavia; Esteban M. Laxague , de Viedma, y de José Slaby, de Esquel.
También lo suscribieron los obispos eméritos Fernando M. Bargalló, de Merlo-Moreno; Miguel E. Hesayne, de Viedma; Marcelo Melani , de Neuquén; Néstor H. Navarro y José Pedro Pozzi, ambos del Alto Valle del Río Negro.