La juventud vibró con la llegada de Francisco

Política

23/07/2013 - 06:32hs

Miles de jóvenes se acercaron al Papa gaucho, que se movió entre la multitud en un “papamóvil” abierto

La llegada del Papa Francisco por primera vez a Latinoamérica desde que asumió al frente del Vaticano provocó una movilización juvenil sin precedentes en la ciudad de Río de Janeiro, cuyas vías de acceso colapsaron debido a la cantidad de personas que querían ver de cerca al Sumo Pontífice.

Francisco arribó a Brasil para encabezar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará durante toda la semana y congregará a miles de jóvenes de todo el mundo (ver aparte). Su presencia, desde que bajó del avión, no estuvo exenta de su sello: la sencillez y la humildad, que lleva a todos lados como una marca registrada.

Por esa razón, en vez de transportarse en los lujosos Audi, Mercedez Benz o Toyota que lo escoltaban, eligió un automóvil simple, un Fiat Idea que se encuentran entre los más usados por la clase media brasileña. Incluso, aseguran que ese modelo ni siquiera cuenta con levantavidrios eléctrico en los asientos traseros.

El Sumo pontífice se trasladó desde el Aeropuerto hacia la ciudad en el asiento de atrás del vehículo con la ventanilla baja -a pesar de las recomendaciones de la seguridad- desde donde saludaba a las multitudes que se acercaban a menos de un metro del coche.

La comitiva pasó por favelas como Parque Uniao, Nova Holanda, Baixa do Sapateiro, donde el gobierno regional aun no ha aplicado un programa destinado a "pacificar" las barriadas, que se consideran altamente peligrosas. Sin embargo, Francisco se mantuvo en contacto directo con la inmensa marea de jóvenes que se acercaba al auto.

Luego, tras ese extenso recorrido, llegó el cambio de vehículo para el tramo final. El Papa gaucho bajó del coche pero no se subió al tradicional Papamóvil blindado (que desde que asumió se negó a usar), si no que eligió el jeep abierto con el que suele pasear en la Plaza San Pedro, para continuar el viaje con la gente siguiéndolo de cerca.

Largas filas de ómnibus

El colapso vial en Río de Janeiro fue total. La llegada de los peregrinos en micros generó un interminable embotellamiento en las vías de acceso a la ciudad, en las horas previas del arribo del papa Francisco.

Largas filas de ómnibus detenidos podían observarse ayer en el puenteque lleva a la ciudad. Entre los afectados estaban los colectivos que llegaban desde Argentina.

En contacto directo con la gente

 “Viva el Papa, viva Brasil, viva Argentina”, gritaba ayer un grupo de jóvenes con banderas de varios países y que se abalanzó sobre los guardias de seguridad en la explanada del templo carioca, para intentar tocar al Sumo Pontífice, que se paseó en un Papamóvil abierto. “Si ésta no es la Iglesia, la Iglesia dónde está”, vociferaban las multitudes durante todo el trayecto recorrido por el Papa.

Lo esperaban con “los brazos abiertos”

El arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani Tempesta (foto), aseguró ayer:"El primer papa latinoamericano de la historia va a pisar nuevamente su continente y lo recibiremos con la misma apertura en los brazos y de corazón del Cristo Redentor”. En tanto, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli dijo que "está ansioso encontrarse con los jóvenes" del mundo y de visitar la favela de Varginha, un punto culminante de su agenda que se producirá el jueves.

Las jornadas tienen una historia ligada a la Argentina

El evento que el Papa Francisco se encuentra encabezando, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), tiene un origen que también está ligado al país. Se trata de una iniciativa para profundizar la fe de los jóvenes que el cardenal argentino Eduardo Pironio sugirió al papa Juan Pablo II y cuyo encuentro internacional se realiza año por medio fuera de Roma, el primero en Buenos Aires en 1987.

Antes, en 1984, más de 300.000 jóvenes del mundo llegaron a Roma para el Jubileo Internacional de la Juventud. Aquel acontecimiento fue el disparador para que el cardenal Pironio, quien era entonces presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, sugiriera la idea de organizar encuentros internacionales para profundizar y acompañar la fe de los jóvenes. Juan Pablo II aceptó la iniciativa y una semana después anunció la creación de la Jornada Mundial de la Juventud, encomendando al purpurado argentino la responsabilidad de organizarla.

La primera JMJ afuera de Roma fue en Buenos Aires, cuando una multitud, estimada en un millón de personas, acompañó al entonces Papa en la celebración del Domingo de Ramos en la avenida 9 de Julio.

Hallaron una bomba en una iglesia

La Policía Militarizada (PM) brasileña detonó una bomba de fabricación casera que fue hallada en un baño del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida (foto), que será visitado por el Sumo Pontífice.

Lo que nació como un rumor alcanzó categoría de noticia confirmada luego de un comunicado emitido por la misma Policía, que detalló: "Se trataba de un artefacto casero, de bajo potencial lesivo", que tenía "un cuerpo de plástico y estaba envuelto con cinta adhesiva".