19/08/2016 - 15:36hs
Carlos Salvatore adquirió acciones, tenía emprendimientos inmobiliarios y una productora
En septiembre del año pasado, el Tribunal Oral Federal (TOF) de Resistencia, Chaco, condenó al abogado Carlos Salvatore a 21 años de cárcel. Los jueces lo encontraron culpable del delito de contrabando a Portugal y a España de 1051 kilos de cocaína camuflada en cargamentos de carbón vegetal.
Desde el comienzo de la investigación en su contra, Salvatore se convirtió en un emblema de la narco-criminalidad. Para llevar a cabo sus objetivos, utilizó una serie de mecánica de lavado de dinero que incluían emprendimientos inmobiliarios, acciones y películas.
A través de la firma N&S Administraciones promocionaba sus edificios “Libres del Sur” en Mar del Plata, con vista al mear que, además, tenía facilidades de financiamiento. Pero, un año después, las familias que habían comprado las unidades no podían escriturar ni seguir pagando las cuotas pendientes, ya que la edificación estaba sin terminar. El objetivo era canalizar al circuito, a través de ese emprendimiento, el dinero que provenía del tráfico de cocaína al exterior.
Según una investigación realizada por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), el cine fue otra de las actividades elegidas para canalizar recursos provenientes del narcotráfico.
La película infantil “Plumíferos, aventuras voladoras” es un largometraje de animación en 3 D, el primero en su tipo realizado íntegramente en Argentina, que fue estrenada en febrero de 2010. El film fue producido por Manos Digitales Animation Studio S.A., empresa atribuida a Salvatore.
La Justicia llevó a cabo 39 allanamientos simultáneos, de los cuales se secuestraron gran cantidad de documentación. Se realizó un análisis de los movimientos bancarios, declaraciones juradas, libros societarios, operaciones bursátiles, y correos electrónicos, entre otros elementos.
La operatoria de lavado habría consistido en que Salvatore adquiría bienes en el país y en el extranjero, y creaba o tomaba con los otros imputados distintas sociedades comerciales, valiéndose la organización de parte del paquete accionario, para luego controlarlas a través del directorio, y quedarse con la mayoría o la totalidad de la emisión de ese paquete de acciones.