Mar del Plata, en jaque

La pesca por la boca muere

Política

26/08/2015 - 06:10hs

La escasa rentabilidad en todos los eslabones, las “redes” del atraso cambiario, sumado a la presión tributaria, le sigue dando estocadas a la pesca en Mar del Plata. Un recurso también en crisis por la depredación del mar. Un alimento, con una capacidad nutiricional hasta cuatro veces superior a otras carnes, que no es aprovechado por la desidia K

Ya no hay tanto pescado, como ya no hay tanta cebolla, como ya no hay tantos cítricos… como la larga lista de notas que Hoy publica acerca las economías regionales. En Mar del Plata, la industria pesquera que representa el 35 % del producto bruto interno de esa ciudad –verdadero motor económico-, atraviesa una fuerte crisis de rentabilidad que engloba a todos sus eslabones productivos.

“No solo somos el puerto pesquero más grande del país y de América latina, sino a su vez el quinto puerto pesquero más grande del mundo”, le cuenta a nuestro diario el sindicalista Pablo Trueba (43 años, secretario general de Simape, el gremio de los trabajadores que van en el barco).  Platense de cuna, radicado en “La Feliz” desde tiempos de la dictadura. A la cabeza de los reclamos, denuncia la falta de real atención de los políticos y atiende el llamado de la prensa tal vez abrazándose a una última oportunidad en medio de la “marea”. 

Rápidamente Tureba nos mostró la misma carta que tienen los funcionarios provinciales y nacionales, todo un informe económico de esta industria malograda: los balances, la estructura de los costos internos, el crecimiento sin freno del precio del gasoil, la evolución de la tarifa de la estiba y de los salarios de los marineros, “muy por encima del precio de la merluza en el muelle”. Por todo esto, se desembocó en disminución de las capturas, en flotas cada vez menos eficientes, y en relaciones laborales en conflicto.

“En la actualidad, cualquier empresario, en el campo o la pesca, el costo del gasoil es el mismo valor que el de un vehículo y no está subsidiado. Nosotros, para sacar un barco operativo, más del 50% del costo es del gasoil”, detalla uno de los inconvenientes.

Algo más ennegrece el horizonte en la Perla del Atlántico: a diferencia de otros sectores de la producción, el recurso mismo está en problemas, por cuanto el mar fue depredado y faltan especies. El papel erróneo fue jugado por empresarios el Estado que nunca controló como debía hacerlo.

Pescados chicos y gordos

“Todos estos años, los gremios, a través de la CGT Mar del Plata y su Secretaría de Intereses Marítimos y Portuarios, estamos reclamándole a ministros y jefes de gabinete”. 

Se han nucleado todos los gremios del sector, todos con la misma problemática, como el marítimo Simpape, el Centro de Patrones, la Asociación de Capitanes, el de Conductores navales, el de Marinería, Obreros Navales, Estibadores y Guincheros, y Obreros de la industria del pescado en tierra.

En el pasado quedaron reuniones con Capitanich (dos veces), con el ministro de Ganadería y Pesca, Carlos Casamiquela; con el subsecretario de Pesca de la Nación, Miguel Bustamente (marplatense de cuna), con el ministro Carlos Tomada, y con enviados económicos de Axel Kicillof. A nivel local, con el intendente Gustavo Pulti; y a nivel provincial con el diputado Manino Iriart (presidente de la Comisión Marítima Pesquera de la Cámara de Diputados), y con Oscar Fortunato (representante del Consejo Federal Pesquero provincial). ¿Alguien más de los “gordos”? Sí, Aníbal Fernández fue abordado en una visita a la Feliz donde “le explicamos que nos queríamos reunir con él, se comprometió, pero hasta el momento esa reunión no la hemos tenido”. También hubo encuentros con Julián Domínguez, hace 4 años cuando estuvo a cargo de Ganadería y Pesca, “y ya le advertíamos del problema”. Todos los mencionados, funcionarios en vigencia, no dieron respuestas.

Con los K con el timón en su poder, siguen pudriéndose las economías regionales con el mismo olor que deja el pescado en la orilla. Mientras esa oscuridad siga instalada, el pueblo se irá yendo a pique…

Las empresas “a media agua”

Como la pesca exporta el 95% de lo que obtiene, las trabas a las exportaciones junto al valor del dólar, generó como correlato una constante pérdida de puestos de trabajo en las plantas procesadoras marplatenses (hace un mes, incluso el INDEC confirmó que esta ciudad es la de mayor desocupación).

Cabe aclarar un aspecto. Existen dos maneras de pescar. La que ocupa mayor mano de obra (la fresquera) y la que menos ocupa (la congeladora). “Hoy, a cualquier empresa del sector, por la situación económica financiera, le conviene tener un buque congelador que uno fresquero. Al buscar rentabilidad, buscan congelar, pero Mar del Plata es un puerto netamente pesquero”, resumió una de las fuentes consultada por nuestro diario.

Así las cosas, bastan algunos ejemplos de la paralización: dos empresas del Grupo Caputo, “Tatturielo” y “Ostramar”, cesaron las actividades al 100%. En otros casos, como el Grupo Giorno, decidieron parar la flota fresquera mientras que la congeladora sigue.

En general, la mayoría está “a media agua”, sin explotar el potencial de cada uno de sus barcos.

Otro ejemplo: la Pyme “Ratlin Ríos”, que trabaja en el turno noche dentro de Frigorífico Bermejo (del Grupo Poletti) mandó semanas atrás telegramas de despido a 18 trabajadores.

Además, según se pudo verificar, son varias las denuncias a aquellos empresarios que conformaron cooperativas truchas, donde los trabajadores cobran solo por lo que trabajan, sin un sueldo fijo, por lo que al no haber pescado “algunos días trabajan y otros no”.

Se calcula que de los trabajadores de las plantas de fileteado en tierra sobre un padrón de 9 mil, 3.500 estarían bajo relación de dependencia. El resto se reparte entre cooperativas y trabajo informal. 

Así y todo, la pelea pasa ahora por la reactivación, para lo cual luchan todos los actores pesqueros.

El pescado en la alimentación

"Cada pueblo tiene una dieta que corresponde a su cultura", dice el ex presidente de la Asociación Médica Argentina (AMA), Julio Montero, que a su vez denomina dieta al alimento que la gente come todos los días, sin darse cuenta. Bien. ¿Y cómo sería la salud de un humano de nuestras latitudes sin las nutrientes del pescado? “La personas comen poca carne de pescado por un tema de educación, por la baja promoción del alimento, no porque no les guste. Y en nuestra cultura es un insumo caro que en proporción no tendría que serlo”, le explicó a Hoy el Dr. Idelmar Seillant, médico en nutrición clínica. Esa proporción que habla de “más caro en término material, pero cuatro veces superior en término de beneficio, con mejores nutrientes por el fósforo, cobre, zinc, calcio, hierro y otros minerales, y los ácidos grasos esenciales, que no se pueden absorber de la carne de vaca”, especificó Seillant.  La gente adulta necesita comer pescado, porque no encontraría esta calidad alimentaria en proteína de alto contenido biológico, superior a la carne de cerdo, al cordero patagónico, a la vaca y la de pollo, en ese orden”.

Por su parte, la licenciada en Nutrición María Soledad Lucero resaltó que poseen “proteínas de muy buena calidad y vitaminas del complejo B” y que “la grasa no es perjudicial para el organismo, al contrario. Además, los ácidos grasos Omega-3 presentes en el pescado son una forma de grasa poliinsaturada que el cuerpo obtiene de los alimentos porque no puede producirlo por sí solo. Son buenos para el corazón y los vasos sanguíneos”. Finalmente, Lucero y Seillant coincidieron que “para obtener los beneficios de los nutrientes es necesario comerlo 2 o 3 veces por semana”.

En nuestra región, el valor actual del filet de merluza oscila en los 68 pesos el kilo, “siendo éste el que mas lleva el cliente, porque al ser de aguas profundas no es graso” contó Juan Sambla, ensenadense que forma parte del paisaje de ferias platenses, como la del Pque. Saavedra.