Ante la difícil situación,
el sector busca dar una mano a la economía.
En un comunicado, la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) expuso que más del 40% del precio de un producto de primera necesidad son impuestos, motivo por el cual piden medidas urgentes al Gobierno nacional, a las provincias y municipios para evitar la caída de ventas del sector tradicional del comercio, donde se encuadran mayoristas, algo más de 140.000 almacenes, supermercados y tiendas de cercanía, desde donde se distribuyen los alimentos, bebidas, productos de perfumería, de higiene y limpieza, a más del 60% de la población, captando las compras del día a día, que generan, en especial, los sectores más necesitados.
“Impuestos, tasas y contribuciones agobian a las pymes, aumentan sustancialmente los costos laborales y de producción y, por ende, se trasladan a los precios. Entre ellos hay polémicos aportes injustificables que afectan a la industria y al comercio de productos de primera necesidad, sobre todo, en momentos de crisis”, remarca Cadam.
Ante esta situación señalan 10 puntos de relevancia y los cuales deben ser atendidos para frenar la inflación de alimentos y productos de primera necesidad. En principio, mencionan la contribución patronal “obligatoria” al Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio. Si se tiene en cuenta que el aporte “obligatorio” a cargo del empleador es de $3.821,60 (tomando solo como base la cuota de julio), por cada empleado de comercio, que alcanzan a 1,2 millones de trabajadores (siendo la paritaria más grande del país), el Inacap estaría recaudando por mes más de $4.500 millones, que administran ciertos gremios empresarios, con el fin de capacitar. Entendiendo las dificultades que atraviesa el sector con aumento de alquileres y tarifas, inflación, dificultades para acceder a créditos, caída de ventas, resultaría ilógico mantener este aporte, que no le representa ningún beneficio al aportante ni al trabajador, si decide no capacitarse”.
Por otro lado, piden eliminar el impuesto al Cheque para la cadena tradicional del comercio pyme, que actualmente paga el 0,6% de ese gravamen. “Esta no es una medida utópica si se advierte que el Estado redujo la carga fiscal del sector de droguerías y farmacias a 0,075%”, señalan, y continúan desglosando: “Los Ingresos Brutos provinciales son impuestos distorsivos, y es que el consumidor lo paga hasta tres veces, por eso, desde hace años, el sector empresario sugiere se reemplace por un IVA provincial”.