15/08/2015 - 07:08hs
El gobierno decidió ayer modificar el funcionamiento del sistema de garantía de los depósitos bancarios, causando pánico en los ahorristas. La voracidad de un Estado predador que busca dinero contante y sonante para frenar el descalabro económico en que sumergió a la Argentina
Con las firmas de la presidenta Cristina Kirchner, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, y el ministro de Economía Axel Kicillof, el gobierno dictó ayer una resolución que modifica el funcionamiento del sistema de garantía de depósitos bancarios, con el fin de “actualizar las condiciones en que deben ser invertidos” esos recursos, y así lograr que más del 50% del dinero pueda invertirse en títulos públicos nacionales.
Esta avidez por recursos contantes y sonantes que le permitan paliar de alguna manera el elevado déficit fiscal en que ha sumergido al país la administración kirchnerista, muestra una de las peores caras del oficialismo, que es avanzar una vez más sobre los ahorros de los argentinos, causando escozor y pavor entre los ahorristas.
A pesar de expresar que esto “sólo florece sobre los fondos de garantía y no sobre los ahorros de las personas”, son pocos los que creen las excusas dadas por las autoridades económicas, que hasta el momento han sido notoriamente ineficaces para dar solución a los problemas reales de la población, más que nada por la improvisación que reina en Kicillof y compañía, que han demostrado no tener ningún plan sustentable detrás.
Lo dictado ayer por el gobierno cambia el Fondo de Garantía de los Depósitos (FGD), integrado por los aportes que los bancos efectúan obligatoriamente vinculado a los depósitos que manejan las entidades financieras. Hasta ahora el FGD aplicaba sólo el 50% a la compra de títulos públicos, con esta nueva normativa se logra que más de la mitad pueda invertirse en títulos públicos argentinos, incrementando así las arcas nacionales
Temor creciente
La resolución oficial, es una legislación discrecional que favorece al Estado en cuanto a las distintas elecciones que puede tener el ahorrista, donde se está flexibilizando una medida de tal manera que se podría generar una mayor compra de bonos, que sirve solamente para financiar el déficit fiscal.
En diálogo con Hoy, el ex Viceministro de Economía de la Nación, Eduardo Curia, señaló que “acá se está manoseando la garantía. El Estado voraz con su desequilibrio tan acentuado, es como que va buscando focos de financiación variados, entonces tiene la emisión monetaria, después lanza títulos como los Bonac o Bonar que son los dólares link, y ahora también se lanza sobre este ámbito, preocupando a los ahorristas”.
Para el economista ligado al peronismo, “el gobierno de golpe y cañazo, y con el sólo motivo para tener una válvula adicional de financiación para cubrir los desequilibrios o déficits, abre otra válvula a la cual recurrir para financiar el enorme déficit fiscal que ha acumulado a lo largo de los años”.
La gravedad de lo instalado ayer por el gobierno con su medida, genera más dudas que certezas, creando nuevos desequilibrios que abren un interrogante muy grande sobre qué es lo que se busca desde las autoridades nacionales con los ahorros que la sociedad tiene depositados en los bancos.
“El kirchnerismo ha instalado en estos años profundos desequilibrios en la economía argentina, y ahora abre estos otros elementos de financiación de los desequilibrios, buscándose complicaciones extras al estancamiento que vivimos. El próximo gobierno va a tener un desafío económico enorme que va a ir abordando y encontrándose con todos y cada uno de estos problemas”, destacó Curia.
El temor a que la voracidad del gobierno K se meta con los ahorros de la gente para así poder frenar el descalabro en que han hundido a la Argentina durante la mal llamada década ganada, aumenta y preocupa a una sociedad que ante medidas improvisadas como las efectuadas por las autoridades nacionales, no hace más que recordar el temible “corralito” de Domingo Cavallo en 2001 y que llevó a nuestro país a la peor hecatombe financiera de su historia.
Reservas en caída libre
Los riesgos de la medida tomada por el gobierno ayer con los ahorros de la gente, está también dada de que desde la asunción del segundo gobierno de Cristina Kirchner, las reservas del Banco Central han caído más de 20.000 millones de dólares, pasando de los 53.000 millones que había en octubre de 2011, a los pocos menos de 33.000 millones que tiene hoy día.
Esto preocupa si se toma que un tercio de las reservas actuales son líquidas, otro tercio son los swap con China que sólo se pueden usar para el comercio con el país asiático, y el otro tercio son papeles y títulos no disponibles con efectividad. Esto lleva a que las reservas reales estén hoy apenas por encima de los 12.000 millones de dólares, lo que retrae el crédito y la actividad productiva (ver página 4).
Situación más que preocupante que pone en riesgo la estabilidad económica y que abre una incógnita muy grande sobre el devenir del país al corto plazo.
Medida alarmante
La decisión del gobierno de meter mano en el Fondo de Garantía de los Depósitos (FDG), para conseguir dinero fresco que le permita atenuar el fracaso de su programa económico, aumenta las preocupaciones sobre el estado real de la economía.
La consecuencia que esto tiene es que se crea un uso discrecional para canalizar los ahorros hacia la compra de títulos públicos. “Esto se hace con la sola intención de facilitar la colocación de títulos públicos con lo cual el gobierno se hace de dinero rápido para apaciguar el déficit fiscal”, subrayó a Hoy el ex Secretario de Comercio Exterior e Interior de la Nación, Juan Dumas.
Para el economista, esto lleva a que “los bancos en vez de mantener esa plata en la seguridad para mantener los ahorros de la gente, una parte de eso ahora se destinará seguramente a la compra de títulos públicos”.
“Lo realizado es un paso más entre los muchos que se han visto, en donde recurre para financiar el gasto público a todo tipo de artilugios. Se ha generado una brecha muy importante que no se sabe de dónde financiarla, y entonces se apela a este tipo de medidas, creando un panorama preocupante para lo que viene”, resaltó Dumas.