13/11/2012 - 03:42hs
El capital financiero que opera en el país obtuvo ganancias en el último trimestre por más de $ 1.300 millones. Los bancos españoles y brasileños, entre los más favorecidos.
"Se cansaron de juntar la plata con pala”, aseguró hace meses la presidenta Cristina Fernández en clara alusión al empresario asentado en tierras argentinas. Lo que no especificó en aquel momento es que el sector ligado al capital financiero fue el más beneficiado por la economía de Estado impulsada por el kirchnerismo.
Las ganancias trimestrales promedio de los bancos que cotizan sus acciones en la Bolsa de Comercio fue del 50%. Al observar los resultados obtenidos por los principales establecimientos financieros, se ve que entre el Santander Río, Galicia, Macro e Hipotecario, los beneficios superaron los $ 1.300 millones, un incremento del 50,1% frente al mismo período de 2011.
El Santander Río (capital español) encabeza la lista de bancos que mayores utilidades obtuvieron en el trimestre, con una ganancia neta de $ 510,7 millones, lo que implica un aumento del 71% con respecto al año anterior. Asimismo, el Macro también logró beneficios netos de $ 411 millones (con un alza interanual del 31%) y el Galicia ganó entre julio y septiembre unos $ 340,4 millones (una suba del 28,3%).
Además, en la lista de favorecidos se encuentra el banco Patagonia, controlado por el estatal Banco do Brasil, cuya rentabilidad fue del 67,6% en los primeros nueve meses del año, alcanzando ganancias por $ 656 millones.
La paradoja se vuelve escándalo cuando se observa que las mismas entidades que vienen facturando millones de pesos anuales otorgan créditos hipotecarios inaccesibles para la mayoría de la población. Un relevamiento realizado por Hoy da cuenta de que un banco de la región, que brinda uno de los intereses más bajos, otorga préstamos inmobiliarios de $ 100 mil para aquellas personas que perciban salarios de $ 4.700. Ahora bien, el monto ofrecido (a pagar en 240 meses) representa menos de la mitad del dinero que se necesita para comprar una casa con dos habitaciones en la zona de 83 y 35, cotizada por las inmobiliarias locales en 58 mil dólares ($ 272.600).
La alianza duradera y la tendencia al oligopolio
A la luz de los acontecimientos, el discurso industrialista del Gobierno nacional hace agua, no sólo por la falta de competitividad de los capitales nacionales, sino también por su histórica alianza con el sector financiero que tanto dice combatir.
“Lo que uno ve es que el Gobierno (cuando asumió) intentó recomponer el sistema financiero argentino, por lo que dio una serie de beneficios al sistema bancario. Depuró los bancos más débiles y se consolidó un sector bancario más chico pero con mayor rentabilidad. Lo que se consiguió fue una banca con fuertes niveles de rentabilidad”, indicó a Hoy Juan Kornblihtt, director del observatorio de economía OME, perteneciente al Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (Ceics).
La tendencia a la monopolización del mercado (ver El ejemplo del banco Macro...) fue impulsada a través de una serie de beneficios y pautas de “convivencia” que el Ejecutivo nacional les otorgó a varios de los capitales especulativos, muchos de origen español y brasileño. “El Gobierno otorga beneficios a partir del sistema de endeudamiento, emitiendo bonos con una rentabilidad muy alta (que son comprados por los bancos). Por otro lado, los bancos cobran muy altas tasas de interés y otorgan muy bajo interés (a los plazos fijos)”, agregó el integrante del Ceics. Por último, Kornblihtt sostuvo que, pese a que “el Gobierno se plantea estar a favor de la producción y los trabajadores”, la realidad es que “las cosas no han cambiado nada”.
El rechazo a gravar la renta financiera
Han sido recurrentes los pedidos realizados por legisladores y partidos políticos para que el Gobierno impulse un gravamen a la renta financiera, pedido que ha sido denegado en más de nueve años de gestión.
“El Gobierno siempre amenaza, pero nunca avanzó con gravar la renta financiera porque tiene una necesidad muy grande de endeudarse y tomar deuda extranjera. Está atrapado, necesita fuentes de financiamiento y, por otro lado, no puede pelearse con el que le va a prestar”, aseguró Juan Kornblihtt, investigador del Ceics.
“Gozan de un privilegio que se le niega a la población”
En diálogo con este medio, el economista Claudio Katz sostuvo que “hay que gravar” la renta financiera, ya que los bancos “gozan de un privilegio impositivo que se le niega al resto de la población, que debe estar abonando el IVA”.
“El sistema impositivo mantiene su regresividad en beneficio del sistema financiero”, agregó uno de los investigadores de Economistas de Izquierda (EDI). Además, sostuvo que durante los gobiernos kirchneristas “los bancos han lucrado con la reactivación del consumo y también con las operaciones de deuda pública”. “Han sido un sector que no le ha ido mal dentro de la tasa de rentabilidad que el Gobierno privilegió para el agronegocio”, concluyó Katz.
El ejemplo del Macro y la relación con el kirchnerismo
La tendencia a la concentración del capital bancario en la era K queda a la vista al analizar la variación en la composición del banco Macro. Dicha entidad en la actualidad se encuentra entre las principales beneficiarias, con una ganancia de $ 411 millones en el último trimestre.
Antes de la asunción de Néstor Kirchner en 2003, el banco Macro se había apoderado de las acciones de varios establecimientos financieros provinciales (banco Misiones, banco Salta, banco Jujuy, así como el Scotiabank Quilmes). Dicha tendencia no sólo no mermó, sino que se profundizó a gran escala con los sucesivos gobiernos kirchneristas.
En su página oficial, la entidad da cuenta de que desde 2005 compró acciones e incorporó a su órbita de control a seis bancos de menor envergadura (Banco Empresario de Tucumán, Banco del Tucumán, Nuevo Banco Bisel SA, Nuevo Banco Suquía SA, Banco Privado de Inversiones SA), generando una centralización del capital que le permite, en alianzas con otras compañías, delimitar los valores de los créditos hipotecarios y plazos fijos.
Jorge Brito, el empresario K
El dueño del banco Macro, Jorge Brito, es señalado (junto a Enrique Eskenazi) como uno de los empresarios aliados al Gobierno y hombre de confianza del vicepresidente Amado Boudou. De hecho, quedó vinculado al escándalo de la ex Ciccone Calcográfica, ya que su banco recibió de The Old Fund SA (sociedad controlante de la imprenta) más de $ 61,4 millones sin emitir un solo reporte de operación sospechosa (ROS) de lavado durante dos años.