La ley sancionada ayer en el Senado obliga a grandes emprendimientos inmobiliarios a entregar al menos el 10% del valor de sus terrenos.
30/11/2012 - 03:35hs
Los countries, clubes de campo y otros grandes emprendimientos inmobiliarios que se radiquen en la Provincia deberán ceder al menos el 10% de sus tierras o el equivalente a su valor en efectivo para ser destinados a viviendas sociales. El kirchnerismo logró sancionar la polémica ley con los votos contados ayer en el Senado, a pesar de que el proyecto genera críticas desde diversos sectores y no fue modificado.
La llamada “ley de Hábitat” obliga a ceder las tierras cuyo valor aumente por modificaciones en la zonificación o por la realización de obras públicas. La imposición podrá alcanzar hasta un 33% de las superficies que se construyan, que es el límite para no ser considerado confiscatorio. La norma comprende a “grandes desarrollos inmobiliarios”, entre ellos “clubes de campo, barrios cerrados, cementerios privados o emprendimientos de grandes superficies comerciales” que ocupen predios de más de cinco mil metros cuadrados.
También se establece un aumento adicional del 50% en el impuesto Inmobiliario Urbano o Baldío para financiar planes habitacionales, cuando esas tierras se beneficien con acciones del Estado en su “valorización inmobiliaria”.
La contribución especial no se podrá cobrar de manera “retroactiva”, pero se podrá exigir cuando los propietarios soliciten permisos de construcción, cambien las funciones del inmueble o vendan la propiedad. El pago se podrá hacer con parte del terreno a construir, otro terreno ubicado en el área urbana, o con dinero en efectivo.
“Este proyecto no dará solución al problema habitacional de los bonaerenses; por el contrario, pondrá más presión sobre los hombros de la ciudadanía aumentando, superponiendo y creando nuevos impuestos y gravámenes; promoviendo las usurpaciones y avasallando la propiedad privada”, dijo ayer la senadora Nidia Moirano, que responde al diputado nacional Francisco de Narváez.
Otra de las críticas a la iniciativa es que la administración de todos los recursos obtenidos por la aplicación de la ley dependerán de la reglamentación. Desde el propio bloque oficialista, los senadores que responden al gobernador Daniel Scioli y al intendente de Tigre, Sergio Massa, buscaban modificar ese punto. Pero finalmente la ausencia de algunos de esos senadores y otros de la oposición posibilitaron que el kirchnerismo legislativo alcanzara los votos necesarios para sancionar la ley sin modificaciones y con el apoyo del Fap, la Coalición Cívica y uno de los sectores de la UCR, que está dividida.
Desde la otra bancada radical, el senador Carlos Fernández dijo que “no hay que engañar a la gente. Esta ley no soluciona el problema de vivienda, ni de hábitat. Es una confesión del fracaso de más de 25 años de políticas públicas insuficientes, que no pusieron como prioridad cambiar la calidad de vida de los más desprotegidos”.
Mientras, el massista Jorge D’Onofrio se abstuvo de votar a favor luego de que se rechazara su pedido para que el proyecto siga siendo analizado en otra comisión parlamentaria.
Protección para viviendas
El Senado provincial sancionó ayer la iniciativa del diputado Marcelo Feliú (FpV-PJ) que declara “inembargables e inejecutables” en todo el ámbito bonaerense todas aquellas propiedades familiares habitadas en forma permanente.
La norma tiene como objetivo la protección de aquellas viviendas denominadas “únicas y de ocupación permanente” y declara su condición de “inembargables e inejecutables”, salvo casos de expresa renuncia de los propietarios a este derecho.
En foco
En Argentina sobran los terrenos y faltan condiciones para acceder a una vivienda
Una vez más, gran parte de la dirigencia política bonaerense ayer volvió a bailar al compás de la bajada de línea de la Casa Rosada, en su burdo intento de hacer creer que es una medida “revolucionaria” obligar a que las empresas que construyan countries cedan terrenos para instalar barrios populares.
Es una mentira absoluta. Si hay algo que sobra, en la Argentina, es tierra. Tal como se informó oportunamente en las páginas de este diario, hay miles y miles de hectáreas desocupadas a lo largo y ancho del país. Lo que realmente hace falta es crear las condiciones sociales y económicas para que los argentinos tengan acceso a una vivienda digna.
Sin la creación de un aparato productivo sólido, que genere empleos genuinos y que sustituyan las formas más infames del clientelismo político que despliega el kirchnerismo, el sueño de poder vivir en una vivienda digna, para los sectores populares, seguirá siendo una utopía.
Asimismo, los sectores de clase media también están teniendo cada vez más dificultades para acceder al techo propio. Los créditos hipotecarios incluyen todas las trampas habidas y por haber, y los planes que suele anunciar el Gobierno siempre terminan siendo un gran fiasco.