Los fracasos de Moreno dan la vuelta al mundo

Política

27/09/2013 - 06:54hs

Como era previsible, las exportaciones a Angola y Azerbajián cayeron fuerte tras los viajes del Secretario de Comercio Interior. El circo del gobierno nacional y una política exterior errática 

El circo es eso: entretenimiento, pasar el rato, tirar la pelota para adelante. No tiene fines prácticos ni busca solucionarle la vida a la gente. Por eso, con sus misiones a países exóticos como Angola y Azerbajián, Guillermo Moreno se recibió como el gran bufón de la Casa Rosada, que mantiene las pelotas en el aire hasta que una se le escapa y caen, todas juntas, al piso. 

Metáforas aparte, ayer se conoció que tras los viajes del secretario de Comercio Guillermo Moreno, en marzo de 2012, las exportaciones argentinas  al país africano cayeron un 37%, sucediendo entre enero y agosto de este año algo similar con la exrepública soviética, con la cual el comercio cayó 28%. Ya lo había dicho nuestro diario, pero es necesario, una vez más, valerse de los datos duros para demostrar las mentiras del “modelo” kirchnerista. 

Según las estadísticas de comercio exterior de la Aduana Argentina, en los primeros ocho meses de 2013 nuestro país exportó bienes a Angola por 92,97 millones de dólares, mientras que en el idéntico período del año pasado había vendido por 147,41 millones. La caída es aún más evidente si evidente si se considera que en 2011, las ventas argentinas totalizaron U$S 214,18 millones; y en 2012, 218,32 millones. En el avión que lo llevó junto a un grupo de empresarios y funcionarios directo de Buenos Aires a Luanda, Moreno agitó a la tropa y cual kamikaze gritó: “¡A vender!”. La payasada causó mala impresión, y meses después, las ventas se desplomaron. 

Nada nuevo bajo el sol, pero lo mismo sucedió en Azerbajián, con el cual el comercio es ínfimo. Se exportó por poco más de US$ 3 millones y se importó por 51.268 dólares. En ambos casos, no sólo cayeron las ventas, sino que tampoco se pudo modificar la estructura de nuestras exportaciones. Seguimos enviando limones, soja y materias primas a dictadores que trafican con la muerte de su población y se mantienen en el poder a sangre y fuego. El presidente de Angola, José Eduardo Dos Santos, gobierna desde 1979 de manera ininterrumpida el empobrecido país africano. 

Hasta allá fue Moreno, e incluso Cristina Kirchner (en mayo de 2012). Ha hacer piruetas, cual bufones de circo. El espectáculo ya ni causa risas. 

La venta fantasma 

La caída de las exportaciones no es el único fracaso de la misión del Secretario de Comercio Interior en Angola. Durante su viaje, había anunciado la venta de 18 cosechadoras que, finalmente, nunca se concretó. Fabricadas en Entre Ríos por el Grupo Senor, las cosechadoras habían sido presentadas como el “mito del campo argentino”, pero la transacción terminó en otro fracaso cuando se supo que la empresa emitió cheques sin fondos por cifras millonarias para terminar siendo embargada por la Justicia de Córdoba. 

Uno de sus integrantes, Ricardo Senor, admitió tras el escándalo que las cosechadoras nunca existieron ni fueron vendidas. Lo que se mostró en el país africano fue solo un prototipo. Vergonzoso.

Sudán, Siria y las comparaciones K 

No son Australia ni Canadá los países con los que comparan a Argentina en el exterior. Desgraciadamente, nuestro buen nombre está siendo rifado por este gobierno, y su errática política económica queda en evidencia en la prensa internacional, que  ha sacado a relucir nuestros escandalosos índices de inflación. 

Ayer, los más prestigiosos diarios europeos se hicieron eco de un listado con las naciones con mayores subas de precios, en el cual Argentina comparte listado con Venezuela, Irán, Sudán y Siria. La información destaca que esto conlleva “la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos afectados”, o sea, nosotros, que lo sufrimos diariamente. 

En el triste ranking destacan tres países africanos con los mayores índices mundiales de desnutrición (Sudán, Etiopía y Malawi), una dictadura comunista de casi 20 años (Bielorrusia, gobernada por Aleksandr Lukashenk desde 1994) y un régimen con su fuerza productiva paralizada por la cruenta guerra civil en la que está empantanado hace dos años y medio (Siria). Con todos ellos se compara a la gestión de Cristina Kirchner. 

La Justicia destraba las importaciones  

Gracias a un resquicio de la nueva ley de amparos, el cepo a las importaciones de Guillermo Moreno es puesto en jaque por los jueces, ya que cada vez son más los importadores que se animan a ir a Tribunales y logran destrabar el ingreso de mercaderías y el giro de divisas al cambio oficial.

El conflicto pasa por destrabar la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI), para lo cual se necesita la autorización de la Secretaría de Comercio. Con los amparos de los jueces, los importadores consiguen que las DJAI no sean observadas por la Secretaría a cargo de Moreno.

Sin embargo, los importadores no pueden dejar de pasar por alto el temor que les da que, en respuesta a la acción judicial, aparezca algún tipo de inspección en la empresa.

Los tiempos apuran al kirchnerismo 

Apurado por la segura derrota de las próximas elecciones de octubre, el kirchnerismo pretende apurar en el Senado un paquete de leyes económicas. En menos de 15 días, buscará debatir el Presupuesto 2014, la prórroga de impuestos que vencen a fin de año y la renovación de la extensión de la emergencia económica. 

Las normas fueron aprobadas con polémica en la Cámara de Diputados, y tendrán un trámite express en las distintas comisiones en la próxima semana. Temerosa de perder la mayoría absoluta, Cristina Kirchner apura los tiempos del Poder Legislativo.