12/01/2015 - 11:18hs
El barrio Alfar, en la ciudad Feliz, existen lotes que corresponden al Obispado luego de que una ordenanza de 2001 cambiara la idea de "construcción de viviendas" para ser destinada a "un centro religioso". Los años pasaron y el verde del pastizal se mantuvo siempre... hasta que ¡estalló el verano! y también la paciencia del grueso de los vecinos, que tienen a la vista un basural donde se acumula botellas plásticas.
Acusaron de “irresponsabilidad” a la gestión eclesiástica, por permitir este acúmulo de basura. Y desde la Iglesia local, tuvo que salir el abogado Ramón Venanci a responder que “los lotes no pudieron ser limpiados por un conflicto intervecinal”, minimizando el basural en sí mismo.
¿Cómo es esto? Sucede que hay otro grupo de vecinos, que no permite que se limpie. E incluso se opusieron a personal de la Delegación municipal de El Puerto, ya que eso que está ahí "les pertenece".
¿Y para qué quieren esa pila de basura? La historia empezó cuando un puñado de vecinos acudió al ingenio para la caridad para con una vecina enferma y sin dinero, poniéndose los más cercanos a la señora a reciclar botellas y envases de plástico para sacar algún dinero.
Pero no es todo. Lo que parecía una simple anécdota vecinal por "el feo aspecto", fue en aumento junto a los grados de este veranito: hubo carta documento al Obispo de Mar del Plata, medió la Defensoría del Pueblo que deberá dar una solución, y se metió la Asociación Civil Ateos Mar del Plata para que los terrenos sean donados para la creación de viviendas del plan Procrear.
Como casi siempre en este país y en cualquier rincón del mismo, habrá que tener “paciencia” para resolverse el conflicto.