Nicolás: ¿Desayunás con ginebra?

Por Myriam Renée Chávez, viuda de Balcedo

Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, por mi edad me voy a tomar algunas licencias. 

Parece que desayunás con una bebida fuerte. ¿Ginebra quizá? 

Solo así se comprende que te enajenes tanto de la realidad, empeñado en ver un proceso de desinflación que nadie ve y aferrado a una meta de inflación del 15%.

Los economistas, el Banco Central y hasta el Ministerio de Trabajo del Gobierno que integrás sostienen que cumplir ese objetivo será una misión imposible. Ningún pronóstico baja del 20%.

Por ser sábado, trataremos de ser más coloquiales que dramáticos, para que nuestro lector comience la jornada con una mínima sonrisa.

Quisiéramos creerte, Nicolás, pero cómo hacerlo cuándo solo en el primer trimestre la inflación se disparó casi un 7%, mientras la proyección anual roza el 27% y vos mismo admitís que este “mal trago” se repetirá en abril.

Sin un plan estratégico, ayer culpaste a un fenómeno cíclico como la sequía por la suba de precios de estos meses. Pero aseguraste que “en mayo va a bajar”. Habrá que alzar las manos al cielo y esperar que llueva.

Reconociste, nobleza obliga, el dato más alarmante: que los intereses por pago de deuda crecieron un 106,6% interanual en el primer trimestre, con un total de $60.522 millones. Ese dinero, utilizado en su mayor parte para financiar el déficit, mengua las reservas de un país en el que millones padecen situaciones de pobreza extrema, otros tantos apenas cobran el salario mínimo de $9.500 o menos de $20.000, sin poder cubrir los gastos básicos de una familia. Están, claro, los que son el último orejón del tarro: los más de 1,3 millón de jubilados que perciben el haber mínimo de $7.660.

Antes de hablar, ¿pensás en ellos? ¿Imaginás cómo sería vivir sin un plato caliente de comida, sin calefacción ni custodios para caminar las inseguras calles de la Argentina?

Seguramente no, porque, como el resto de los ministros, cobrás un sueldo de más de $180.000 que, sin embargo, parece no alcanzarte. Según se te acusa, la avaricia te llevó a blanquear $20 millones a principios de 2017, cuando eras panelista de TV y todavía faltaba para que asumieras en el Palacio de Hacienda. La cifra, que tiene todos los indicios de provenir del mercado negro, configuraría el delito de “evasión agravada”, con penas de entre 3 y 9 años.

El escándalo es tal que ya hay quienes piden tu renuncia, como la de Caputo y Aranguren (tus colegas, que también evitan declarar su dinero). Justo a vos, que te presentás como un abanderado de la lucha contra la evasión.

Pero sobre esto, preferís el silencio y gastás las palabras en la ilusoria meta del 15% de inflación. Si la alcanzás, seguramente tengas en tus manos una varita mágica que desconocemos. Tal vez puedas multiplicarla y distribuirla entre todos los argentinos. Para que, como vos, podamos vivir de esa fantasía y, sin tomar ginebra, superemos este “mal trago”.

Los aumentos que le echarán más nafta a la inflación

Mientras el Gobierno insiste en mantener su meta de inflación en el 15% para todo el año y mientras propios y extraños reconocen que no bajará del 20%, nuevos aumentos se avecinan para los próximos meses.

Por caso, el boleto mínimo de colectivo, que pasó de $8 a $9, trepará hasta $10 en junio, cuando culmine esta primera ronda de ajustes. Para viajes de más de 30 kilómetros, la tarifa pasó de $9,50 a $10,75, pero subirá a $11,75 en junio.

En las últimas semanas, los precios de las naftas y el gasoil se incrementaron entre 3% y 6%. Los aumentos continuarán, porque el gobierno abrió el mercado de los combustibles y los valores son flotantes.

También, pese a los fuertes tarifazos que ya hubo en luz, agua y gas, los incrementos se extenderán hasta 2019 para la mayor parte del país y hasta 2021 para algunas zonas específicas. A los ajustes recientes le seguirán subas en octubre para el gas y en noviembre para la electricidad.