08/07/2016 - 06:06hs
El de ayer fue otro día de malas noticias para la expresidenta Cristina Kirchner. En el marco de la causa por la venta de dólares a futuro en la que el juez federal Claudio Bonadio la procesó y le trabó embargo por $15 millones, el magistrado resolvió congelar las cuentas bancarias de la exmandataria y de otros exfuncionarios, entre ellos el exministro de Economía, Axel Kicillof, y el expresidente del Banco Central, Alejandro Vanoli.
Así, la medida busca garantizar la cobertura del embargo, en caso de que CFK apele -como se prevé- la inhibición de sus bienes.
Por otro lado, el fiscal Gerardo Pollicita pidió una pericia sobre los libros contables de Hotesur, la firma hotelera por la que los Kirchner y empresarios como Lázaro Báez son investigados por lavado de dinero. Las sospechas surgen porque en los libros había tachaduras y enmiendas manuscritas y porque hay dudas sobre las firmas que aparecen en los registros de Néstor Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia.
Con las balas de la Justicia silbándole cerca, a Cristina también le ganó la paranoia y ayer denunció que la Policía Federal Argentina (PFA) colocó “cámaras” frente a su domicilio de Recoleta para “seguir sus movimientos”, por lo que, desde su Twitter, le “agradeció” al Gobierno la “preocupación” por la “seguridad” de la zona.