18/11/2014 - 06:09hs
El gobierno resolvió que el precio del GNC aumentará en la misma fecha y proporción que lo haga la nafta súper. Nuevo mazazo a los consumidores y polémico beneficio extra para YPF
En un nuevo cachetazo a los golpeados bolsillos de los argentinos, el gobierno nacional resolvió ayer a través de la Resolución 231/2014 que el precio del Gas Natural Comprimido (GNC) en estaciones de servicio se modifique en el mismo porcentaje en que se haya retocado el precio promedio de la nafta súper.
Lo insólito es que la medida lleva las firmas de la secretaria de Energía, Mariana Matranga; el secretario de Comercio, Augusto Costa; y del Secretario de Política Económica del Ministerio de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, todos miembros de La Cámpora que se encargan de remarcar ante cualquier micrófono que trabajan para los que menos tienen y que cuidan el salario de los argentinos.
A partir de ahora se equipara al GNC con la nafta súper, lo que implica que comenzará a perderse el atractivo que tiene este combustible por ser más económico. Por eso, miles de automovilistas que afrontaron el gasto de poner los equipos en sus automóviles, se verán perjudicados.
En diálogo con Hoy, el presidente de la Unión de Consumidores de Argentina, Fernando Blanco Muiño, señaló que “el combustible es un costo transversal de toda la economía, con lo cual a través de lo que sean fletes o transporte público, indudablemente que este aumento en el GNC va a impactar en el bolsillo de los argentinos”. Por ejemplo, uno de los sectores más afectados serán los taxistas y remisseros que, una vez que tengan que afrontar el nuevo costo, no tendrán otra alternativa que trasladarlo a la tarifa.
Blanco Muiño, que es docente en la cátedra “Elementos de Derecho Constitucional” en la Facultad de Derecho de la UBA, remarcó que “lamentablemente los aumentos siempre son mayores que los aumentos de los salarios o las jubilaciones, de modo tal que esto viene a complicar el nivel adquisitivo de la gente, con la pérdida que ya se viene dando por la inflación en los salarios y jubilaciones de la población”.
Distintos especialistas aseguran que este aumento se debe más que nada a la necesidad del gobierno de mostrar una gestión eficiente de Miguel Galuccio al frente de YPF (al aumentar el GNC, se consumirá más nafta), y presentar a la empresa estatal como la gran compañía nacional con grandes índices de ganancias, cuando en la realidad ocurre todo lo contrario. “Tengo una lectura muy crítica de la gestión de Galuccio. Me parece que estas son medidas tomadas para que la empresa tenga en sus balances una presentación de un gerenciamiento exitoso, cuando en realidad ha habido un aumento enorme de los precios de los productos de YPF y ha tenido una falta de transparencia total en los contratos que se están firmando con los proveedores o con concesionarios de áreas petroleras”, subrayó Blanco Muiño.
Hay una decisión política de beneficiar a YPF para que los números de la compañía aparezcan con mayor rentabilidad, y a esa rentabilidad la está pagando el usuario del servicio de su bolsillo.
Argentina va a contramano del mercado mundial de petróleo, donde se presencia una disminución en lo que va del año del precio del barril del petróleo y de sus derivados del 30%. En cambio, en nuestro país se ha aumentado en un 40% las naftas, lo que significa que los precios siguen subiendo cuando la materia prima básica como el petróleo o el gas, están bajando.
La Resolución 231/2014 ata los aumentos del GNC respecto a los que tenga la nafta súper, por lo que los precios tenderán a subir, y esto va a repercutir en una suba de los productos y servicios que estén atados al GNC. Se produce un golpe al bolsillo de los usuarios, en este caso, vía el consumo del combustible.
El gobierno mira para otro lado
Los precios aumentan día a día y el Indec no registra ninguno de los aumentos que se producen, “dibujando” un número irreal que no se acerca a la realidad. Eso se suma a los aumentos constantes que sufren los servicios públicos, el transporte, los alquileres, los restaurantes, entre otros, que hacen que la gente destine menos dinero al consumo y se retraiga a consumir lo menos indispensable para su subsistencia.
Indudablemente que atar el precio del GNC al aumento que sufra la nafta súper, acarreará graves problemas para los argentinos, que verá cómo productos que dependen del transporte que utilizan este combustible, pasarán esa suba a los costos de los mismos, por lo que muchos de ellos aumentarán notoriamente.
En un mercado donde el litro de nafta supera los 12 pesos y acumula más de un 40% de incremento en lo que va del año, lo que puede llegar a pasar con un combustible popular como lo es el GNC es todavía imposible de dilucidar. Lo que sí se puede augurar es que el bolsillo de los argentinos se resentirá considerablemente.