25/02/2015 - 11:24hs
A mediados de 2013 un grupo de empresarios agrícolas, profesionales, contratistas, fabricantes y proveedores de insumos presentaron un proyecto en el Concejo Deliberante de Pergamino sobre “Manejo Responsable de Productos Fitosanitarios”, paquete que incluía las pulcerizaciones en zonas periurbanas, escuelas y cursos de aguaas, donde realmente está en riesgo la salud de la población humana.
Tras “descansar” 18 meses el proyecto se transformó en ordenanza, teniendo una aprobación de 18 a favor y 2 en contra -a fines del año pasado-.
Para la aplicación terrestre de fitosanitarios, quedaba establecida una “zona de exclusión de 100 metros” próximos a las construcciones habitacionales, y que las aplicaciones deben realizarse sólo con productos de clase toxicológica III y IV (“banda verde”).
Por supuesto que dejaba un área importante fuera de producción.
Llegó febrero y el escándalo se hizo de proporciones, cuando el intendente de Pergamino, Omar Pacini (UCR, fuerza que integra el Faunen), de profesión productor agropecuario, vetó un artículo de la Ordenanza, el pasado 2 de febrero, pidiendo reducir “a 50 metros” la zona prohibida para la fumigación en las márgenes urbanas, “hasta tanto la UBA aporte los estudios técnicos”, como había propuesto.
En declaraciones periodísticas de quienes habían presentado el proyecto, se recordó que “habían solicitado una protección de la salud, a través de la prohibicion de las aplicaciones de agrotoxicos a menos de 500 metros de la zona urbana, y que la ordenanza aprobada por 18 concejales de 20, había aprobado 100 metros”. Pero el veto redujo la distancia a cero metro y llevaba a tratarse nuevamente con la irrisoria distancia de 50 metros.
Pacini cedió a los grupos económicos que pretenden que se fumigue sin leyes, desconociendo las medidas precautorias que rigen en la Provincia, y sin atender los apuntes científicos, cuando la Ordenanza que votaron los concejales a favtan necesaria estimula las buenas prácticas agrícola y ayuda en el cuidado del medio ambiente, que en muy pocos partidos bonaerenses pareciera importar.
Por su parte, la “Asamblea por lavida, las salud y el ambiente” (así figuran en Facebook) denunciaba que “fue suficiente que tal norma no resultara ajustada a las pretensiones íntegras del sector, para que desplegaran una presión inusitada sobre la autoridad política para someterla a sus designios. Lo lamentable es que el representante de TODOS y quien debe velar por los intereses de TODA la comunidad, el Intendente Municipal, ante el embate, abdicó su autoridad y la de los concejales concedida por el voto popular, y cedió a la pretensión sectorial en detrimento de la salud y de la protección del medio ambiente”.
Claro está que esto de producir a cualquier costo también va a contramano de la Constitución Nacional.
“Si lo concejales no insisten con la ordenanza que votaron por amplia mayoría, rechazando el veto, el resultado práctico de tal actitud será que se podrá fumigar en la puerta de las escuelas rurales, en el margen de los arroyos y cursos de agua y calle de por medio alrededor de todo a la ciudad de Pergamino y de cada una de las localidades rurales. Lo que está en juego en éste asunto es mucho más que 100 metros sí o no de limitación a las fumigaciones con agroquímicos, lo que se dirime es quien gobierna en Pergamino y para quien trabajan los que ostentan el manejo del Estado Municipal”, cierra el comunicado.
¿Cómo sigue la película?
El viernes, en la extraordinaria, los de la oposición lograron la mayoría para que se mantenga lo votado en diciembre. Por consiguiente, no se aceptó el veto del jefe comunal. Quedó la "propuesta de 50 metros" que debe ser analizada.
En el recinto estuvieron representantes de "Agrolimpio", quienes afirman que con buenas prácticas se puede reducir el nivel de contaminación sin afectar tanto la producción. Ellos mismos estuvieron ayer explicando estas técnicas (con práctica) ante unos 300 pergaminenses. Según publica el medio local La Opinión los concejales que vetaron la ordenanza brillaron por su ausencia.