09/10/2014 - 06:08hs
Mientras se niega a recibir a la Mesa de Enlace para tratar los problemas rurales, el gobierno rinde pleitesías a los grandes exportadores de cereales. Renacimiento de las protestas campestres y aumento de la tensión con el kirchnerismo
El campo sigue sintiendo las consecuencias de la depresión que viene manteniendo el país desde mediados del año pasado, y las medidas ejecutadas por el gobierno en vez de alentar la producción agropecuaria, no hace más que disminuir las perspectivas de crecimiento a futuro.
En una reunión que mantuvo el ministro Axel Kicillof hace pocos días con las grandes cerealeras privadas, terminó con la promesa y el compromiso por parte del superpoderoso miembro del gabinete K de liberar cupos de exportación de trigo y maíz, granos sobre los que hay mayor disponibilidad, para acelerar la liquidación de divisas.
La desesperación oficial por conseguir dólares frescos lleva al oficialismo a arremeter contra todos aquellos sectores que puedan llegar a contar con la deseada divisa norteamericana que sirva para llegar en mejores condiciones al kirchnerismo al 2015.
Jorge Solmi, Secretario de Coordinación de Federación Agraria, expresó a Hoy que “los productores están arrinconados, el Banco Nación ha dicho que a los productores sojeros no les presta más plata y la situación está muy complicada en el interior del país”.
El productor rural oriundo de Pergamino, afirma que “hacer una hectárea de maíz cuesta alrededor de 100 quintales, por lo que estaríamos yendo a una pérdida del 20 o 30 por ciento, por lo que con estas medidas los productores más chicos quedan afuera de la cancha y se favorece sólo a los productores más grandes y las multinacionales”.
Según Solmi, durante la mal llamada década ganada “se han perdido muchísimos productores chicos y están sometiendo a los productores de las economías regionales a una ejecución tremenda con una gran caída del mercado interno y con una pérdida de competitividad absoluta”.
A todo esto, hay que sumarle el brutal aumento en el precio del gasoil ocurrido en los últimos dos años, que ha ocasionado que los costos para el productor se hayan incrementado de una manera terrible.
Hasta el momento, los ruralistas no han sido llamados por el gobierno nacional para sentarse a una mesa para negociar una política agropecuaria consensuada con el sector más implicado en el tema, y continúan esperando ansiosamente que suene el teléfono desde la Casa Rosada invitando a la Mesa de Enlace a un diálogo fructífero que llegue al acuerdo tan esperado por la sociedad.
Es por eso que desde Federación Agraria las protestas serán una constante en el corto plazo, empezando hoy a las 14 horas con una concentración y volanteada a la vera de la Ruta 65, en la localidad de 9 de Julio, con una variada agenda de reclamos hacia el gobierno nacional y también hacia el provincial por la anunciada suba del Impuesto Inmobiliario Rural para el 2015 en el orden del 30%.
Una realidad complicada, que aumenta la tensión existente entre la administración kirchnerista y el sector rural, y que hace que la economía del país vaya en franca caída y con un futuro incierto, donde lo que predomina mayoritariamente es la incertidumbre.
Números rurales angustiosos
Un paisaje por demás desolador es el que se encuentra pasando el campo por estas horas. Aumento en los costos y bajas en las cosechas, hacen que el panorama para el sector agropecuario sea cada vez más negro.
La baja en los precios de las commodities ayudó a que el escenario entre los productores agropecuarios sea altamente desfavorable, y el escepticismo que reina en el sector de cara al futuro, crece con el correr de las horas.
La baja sostenida que ha tenido el precio de la soja este año, de 500 a 300 dólares, según los especialistas del sector tenderá a incrementarse en los próximos años.
Además, según datos publicados por la Bolsa de Comercio de la ciudad de Rosario, el área dedicada al maíz de la campaña 2014/15 en Argentina caería un 10%, a solo 3,2 millones de hectáreas.
Por si todo esto fuera poco, las inundaciones que sufre el territorio bonaerense, llevaría de acuerdo a especialistas a que la cosecha 2014/2015 de trigo se vea mermada en más de un millón de hectáreas.
Situación preocupante la que se encuentra pasando el productor rural, que ve que a las políticas desacertadas implementadas por el kirchnerismo, se le suman las inclemencias del factor climático y un mercado mundial que hunde a la Argentina en el corto período.