¿Salario digno?

Política

21/05/2016 - 07:05hs

El gobierno pactó una suba del Salario Mínimo, Vital y Móvil del 33%, que en los hechos significa un irrisorio incremento del 11,9% para el 2016. Especialistas consultados por Hoy analizan el avance del deterioro del poder adquisitivo de la población. El impacto de las variables económicas en el bolsillo de la gente

El pasado jueves, con bombos y platillos, el gobierno de Mauricio Macri anunciaba una suba del 33% del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), a pagar en tres cuotas, llevando el mismo a $8.060 a partir de enero del año que viene. Detrás de esta proclama y analizando pormenorizadamente el acuerdo, puede observarse que medido en términos de masa monetaria de bolsillo, de enero a diciembre del 2016, el aumento real es del 11,9%, una cifra indignante.

La irrisoria suma acordada en el Consejo del Salario, se da considerando los promedios mensuales, y al no haber tenido en los últimos cinco meses ninguna clase de aumento en el SMVM, el incremento real trepa a menos del 12%, lo que es considerado una burla por diferentes sectores gremiales, que plantean una resarcimiento real que tenga en cuenta la suba del costo de vida en los últimos meses producto de la devaluación del pasado mes de diciembre. 

Desde el gobierno, las autoridades económicas que encabeza Alfonso Prat-Gay, han definido una política que tiene como meta conseguir en forma rápida eliminar la inflación del escenario político local, con lo cual ha sacado del medio de la discusión la puja distributiva entre trabajadores y empresarios, reduciendo para ello el poder de demanda de la sociedad.

Las acciones llevadas adelante en este sentido, lleva a que se introduzca peligrosamente un escenario de recesión, a lo que le agrega una ajuste que incluye una reducción drástica del gasto público, consiguiendo así una baja en los niveles salariales, que repercute en un descenso del nivel de empleo y de actividad, que lleva a que la gente no demande, y así, a través del estancamiento económico, los precios no tienden al alza.

A la baja

Especialistas consultados por Hoy, advierten sobre las consecuencias que el acuerdo alcanzado por el gobierno con el Consejo del Salario puede llegar a tener en los sectores más vulnerables de la sociedad, principalmente aquellos que dependen de un salario fijo, y que menos posibilidades de defenderse ante el período de crisis que atraviesa la economía nacional.

Con una inflación que distintas consultoras establecen en el orden del 40% para el 2016, y con una canasta básica de alimentos que según datos oficiales del gobierno del PRO en la ciudad de Buenos Aires trepa a 16.000 pesos para una familia tipo, es decir, el SMVM dispuesto por el Ejecutivo cubre apenas el 50% del sustento de un hogar, la situación se vuelve muy complicada para el asalariado que depende de una entrada mensual fija.

La virtualidad del gobierno de colocar en solo $8.060 el Salario Mínimo, choca con los datos de la realidad que indican que para que una familia no caiga en la pobreza absoluta, debe ganar $10.580, dando cuenta de un escenario complejo y sombrío para los más necesitados.

Esto todavía se oscurece más si se tiene en cuenta que con el tarifazo en los servicios públicos, que oscila entre un 300 y un 700 por ciento, se suceden de a cientos las industrias que han bajado sus persianas por no poder hacer frente a los mismos, lo que ha originado que resurja muy fuerte el drama de la desocupación en el horizonte social nacional.

Para dar cuenta del delicado momento que atraviesa el poder adquisitivo de los trabajadores, hay que tener en cuenta que, por ejemplo, un alquiler de un departamento de dos ambientes, no sale menos de 6.500 pesos, es decir, equivale al 80% del SMVM pactado por el gobierno de Cambiemos.

El expresidente Juan Domingo Perón, solía decir que la inflación hace que los precios suban por ascensor, mientras los salarios lo hacen por escaleras. Hoy, la Argentina muestra a los trabajadores corriendo detrás de los índices inflacionarios, planteando un pronóstico por demás oscuro para el futuro cercano.

Fuerte caída en el poder adquisitivo

A pesar de los esfuerzos que realiza el gobierno para intentar mostrar una economía en pie, la realidad no para de darle un duro cachetazo a las intenciones de Cambiemos de exhibir un país sin crisis.

Un informe realizado por la consultora Ecolatina, muestra que el salario real cayó un 8% en el primer trimestre del 2016, con una contracción de la economía del 2,5%, causando alarma en las autoridades económicas.

"Las medidas dispuestas por el Gobierno para desarmar el cepo cambiario exitosamente y actualizar las atrasadas tarifas de servicios públicos implicaron una significativa contracción del salario real, el cual cayó hasta niveles incluso menores a los observados durante los primeros mes es de 2014", señaló el estudio de Ecolatina.

La consultora que fundara el exministro Roberto Lavagna, destaca que la tarifa eléctrica que "en promedio pasó de 65 por bimestre a 450 pesos, aumentó significativamente por sobre el salario".

Además sostiene que el poder de compra del salario cayó en términos de los alimentos, como el pescado, la cerveza, la docena de facturas, el paquete de fideos, la docena de empanadas y la carne, principalmente una vez decidida la apertura del cepo y el fin de las trabas a las importaciones.

“El aumento pautado por el gobierno es caricaturesco”

Por Arnaldo Bocco (*)

Especial para Hoy

La decisión tomada por el gobierno es un retroceso, ya que el aumento pautado en el Salario Mínimo, Vital y Móvil es caricaturesco, porque al momento en que se ajuste la totalidad del incremento, los precios van a seguir subiendo, y los asalariados van a cobrar mucho menos, o sea, que el aumento real va a ser menor que por el que se firmó.

Hay sectores que pueden afrontar cambios en las tarifas, en los combustibles, en los precios de los bienes de primera necesidad, y otros que no. El gobierno no puede mirar para otro lado ante la pérdida del poder adquisitivo, que implica recesión en la economía, disminución del nivel de actividad y aumento del desempleo.

Cuando el presidente dice que le duelen los ajustes que se están haciendo, lo lógico no es que a la primera autoridad de la Argentina le duela lo que está haciendo, sino que él tendría que evitar que pasaran las cosas que están pasando.

(*) Expresidente del Banco Central

“Hay una pérdida en el salario mínimo de 7 u 8 puntos”

Por Roberto Dvoskin (*)

Especial para Hoy

El gobierno cree que la inflación es un problema en sí mismo, entonces ahí está que no le importa el salario y cree que hay que reducir la demanda, y para eso baja en términos reales el salario mínimo, como disminuye la distribución del ingreso, y baja el nivel de actividad económica.

Es importante destacar que hay una pérdida del Salario Mínimo, Vital y Móvil de 7 u 8 puntos porcentuales, lo cual es peligroso, porque tira al descenso el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que impacta negativamente en la producción nacional que se ve enormemente perjudicada.

Se está construyendo un relato alrededor de la figura de Macri, que dice que en el algún momento, por alguna razón que desconocemos, las cosas van a mejorar de la noche a la mañana. Es el mismo relato que tuvo Domingo Cavallo cuando decía que el mundo vendría a invertir a la Argentina, con este relato vamos para atrás.

(*) Profesor en la Universidad de San Andrés

“Lo que estamos viviendo hoy es alarmante”

Por Agustín D’Atellis (*)

Especial para Hoy

Estamos ante una realidad muy compleja, porque sigue tirando abajo el poder adquisitivo de los salarios, esto lleva a la economía a un círculo vicioso, donde sigue cayendo el consumo, la demanda, la producción y el empleo. 

Entonces vemos lo que pasó el 29 de abril con las marchas de la CGT, o el jueves en La Plata con los estatales marchando contra el ajuste de María Eugenia Vidal, me parece que está empezando a sentirse y expresarse el rechazo social a estas medidas.

Lo baja en los salarios en términos reales, lo que está haciendo es debilitar el mercado interno y eso confluye a una economía a la recesión.

Lo que estamos viviendo hoy es alarmante. En el gobierno muchos son militantes de lo que yo llamo la deshumanización de la economía, donde se interpreta a la economía como una ciencia exacta, dejando de lado peligrosamente lo social, pudiendo todo explotar al corto o mediano plazo.

(*) Profesor en la UBA

“Una cifra así nada sirve para calmar la crisis”

Por Juan Dumas (*)

Especial para Hoy

La realidad económica hace que se venga carcomiendo los intereses de la clase Media, y con la inflación, que es el impuesto más regresivo que hay, se diluye el poder de compra que tiene la población a medida que suben los precios, y un salario mínimo apenas con una cifra apenas por encima de los 8.000 pesos, nada sirve para calmar la crisis que se vive.

Si bien es cierto que todavía se están tratando de solucionar los problemas económicos que dejó la herencia kirchnerista, atacar siempre las consecuencias y no los problemas reales del país, puede agravar aún más el complicado panorama que se presenta a la economía nacional.

Hay que bajar la inflación, es necesario hacerlo, pero si se hace apelando a la recesión y restringiendo el poder adquisitivo de los salarios, esta mezcla puede llevar a una meseta peligrosa para la Argentina que puede complicar el futuro del país.

(*) ExSecretario de Comercio Interior de la Nación

“La propuesta hecha por Macri es indigna”

Por Julio Gambina (*)

Especial para Hoy

La política nacional está asociada a un ajuste que es disminución del gasto público, principalmente el gasto público social, y eso puede verificarse tirando el salario a la baja, lo que impacta de lleno en el poder de compra y consumo de los asalariados.

La propuesta hecha por el gobierno de Mauricio Macri es indigna, ya que vivir con 8.000 pesos en un país donde la canasta básica es el doble superando los 16.000 pesos, es tomarles lisa y llanamente el pelo a los argentinos, mandando a la pobreza y la miseria a millones de compatriotas.

El gobierno ha decidido hacer pagar el ajuste a los que menos tienen, beneficiando a los grandes capitales en detrimento de los trabajadores que dependen de un salario fijo. Esta es una jugada de doble filo, ya que puede explotar todo por los aires ante una presión social muy grande por la pérdida del poder adquisitivo que esto representa.

(*) Doctor en Economía y Ciencias Sociales