28/09/2014 - 07:03hs
Uno de los temas que causa honda preocupación en los argentinos, ha sido la sacudida que ha tenido la inflación en los últimos tiempos, con el consecuente desgaste que esto significa para los alicaídos bolsillos de los trabajadores.
Los datos cuestionables que brinda el Indec y la negación oficial a admitir este hecho como uno de los problemas centrales del país, lleva a que el tema esté siempre presente en la discusión política.
En un cambio de eje de su habitual política conciliadora, el gobernador Daniel Scioli, salió ayer a marcar la cancha al sostener que “a la gente lo que le interesa en este momento es que le cuidemos el trabajo, le cuidemos el bolsillo, que le mostremos con toda claridad hacia dónde avanzamos”.
Las declaraciones de Scioli vienen luego del amplio debate que se originó al interior del kirchnerismo por las declaraciones de Santiago Montoya, quien aseguró que la inflación que vive el país hoy “es inaceptable”, y que motivó una andanada de críticas por parte del oficialismo más duro, encabezado por Jorge Capitanich.
Por su parte, la esposa del mandatario y presidente del Grupo Bapro, Karina Rabolini, fue contundente al afirmar que “la inflación es un problema y que requiere muchísima atención”.
A su vez, Rabolini remarcó que si su marido llega a la presidencia “va a cambiar lo que considere que se debería hacer de otra manera. Daniel va a continuar lo que considere que está bien y cambiar lo que considere que se debería hacer de otra manera o quizás con otro estilo, porque Daniel tiene su estilo de hacer las cosas”.
El aumento de precios se metió en el eje del debate político y comienza a sacar chispas al interior del oficialismo, ya que sus candidatos saben que si quieren tener alguna posibilidad de llegar al poder el año que viene, tienen que reconocer los problemas más urgentes de la sociedad, y Scioli parece ir en ese camino.
La gente en la Argentina está consumiendo menos, y eso en un mercado al cual se le han cerrado muchas puertas debido a la pelea con los fondos buitre, ha puesto a la Argentina en una encrucijada, de la cual el kirchnerismo no sabe como salir.