Vecinos de Bernal, Don Bosco y Quilmes pidieron a concejales opositores y oficialistas que fijen su posicionamiento respecto al nuevo emprendimiento impulsado por el intendente. Temen la desaparición de especies animales y vegetales.
29/11/2012 - 12:26hs
A pocos días del cierre del año, todo parece indicar que la intensa discusión en Quilmes por el cuestionado proyecto Nueva Costa del Plata -a cargo de la multinacional Techint- se volvió a recalentar dentro y fuera del Palacio Municipal de Alberdi al 500.
Como este medio advirtió una y otra vez en sus ediciones pasadas, el polémico emprendimiento estaría tomando un fuerte impulso, luego de que el intendente Francisco “Barba” Gutiérrez (foto) asegurara en declaraciones a medios locales que “sería importante para Quilmes aprobar este proyecto para darle un impulso a la inversión y el desarrollo de la zona de la ribera”.
En este sentido, luego de diversas reuniones con las autoridades de la firma, Gutiérrez se habría comprometido a autorizar la instalación del Nueva Costa del Plata en tierras quilmeñas, aunque resta esperar la decisión del Concejo Deliberante local -que en los próximos días estaría tratando el proyecto con la intención de aprobarlo o no antes de 2013-.
Sin embargo, los vecinos de Bernal, Don Bosco y Quilmes ya están en pie de alerta por las posibles consecuencias que tendría la iniciativa en la reserva natural y entregaron una carta a concejales opositores y oficialistas, en la que solicitan que éstos “fijen cuál será el posicionamiento de cada uno de ellos en relación a la modificación de la ordenanza que protege a la reserva natural”.
Según expresaron los autoconvocados en un comunicado, “es necesario saber la posición de los concejales elegidos para representar al pueblo quilmeño: si ellos están a favor de la multinacional Techint y del megaproyecto inmobiliario que destruiría el único pulmón verde de la ciudad de Quilmes, o si defienden la protección de la reserva natural que existe (ordenanza 9348/02 y su modificatoria 9508/03), que es patrimonio de todos y un bien natural no negociable”.
Para concluir, los vecinos resaltaron las movidas populares generadas en contra del proyecto, como “las movilizaciones, visitas por la reserva, campañas de difusión y festivales y pedidos al HCD, todas ellas dirigidas a impedir que se rezonifique el área, lo cual significaría directamente la destrucción de los humedales y la desaparición de centenares de especies de animales y vegetales, algunas de ellas en vías de extinción”.
Un emprendimiento faraónico que podría dejar cifras millonarias a futuro
El faraónico proyecto que impulsa la municipalidad de Quilmes y que planea llevar adelante la firma Techint contempla, entre otras cuestiones, la construcción de edificios de viviendas, shoppings y hasta hoteles cinco estrellas en la zona ribereña.
Como si fuera poco, también se prevé la creación de restaurantes, canchas de golf, barrios privados, complejos de entretenimiento y amarraderos, algo que, en definitiva, no está demasiado alejado de lo que actualmente es Puerto Madero -sin ir más lejos, el diseño está a cargo de los mismos arquitectos-.
Por otra parte, el costado financiero de la cuestión muestra que sólo la venta de los terrenos urbanizados le asegurará al grupo Techint ingresos por hasta US$ 300.000 la hectárea, una fortuna que ya empieza a despertar dudas.
Pero, más allá de estas cuestiones, todavía faltan un par de semanas para saber si el Nuevo Costa del Plata podrá instalarse o no en Quilmes, de acuerdo a la decisión del cuerpo legislativo quilmeño. En este contexto, vale destacar que, años atrás, el oficialismo no tuvo suerte en el recinto del Palacio Municipal para concretar el ambicioso emprendimiento, por lo cual los tiempos se fueron aplazando hasta estas fechas.
El problema de las inundaciones, también en la mira
La posible instalación del proyecto Nueva Costa del Plata en Quilmes viene despertando todo tipo de inquietudes en los vecinos que continúan reclamando para que el inédito emprendimiento no se concrete en la comuna gobernada por Francisco “Barba” Gutiérrez.
Una de las preocupaciones está íntimamente relacionada al tema de las inundaciones, que este año fue motivo de alarma en distintos puntos de la Provincia: “Acá la ciudad de Quilmes se inundó, pero no por la cantidad de agua que cayó en poco tiempo, sino porque lo que eran las zonas de cañadas y arroyos se las está rellenando con cascotes y con tierra”, dijo a Hoy la integrante del Foro Regional en Defensa del Río de la Plata y miembro de la Asamblea No a la Entrega de la Costa, Nieves Baldaccini. Y agregó: “El ejemplo concreto y bien preciso son las inundaciones que se produjeron en la Basílica de Luján. No es que llovió mucho, sino que, al modificar la topografía del lugar y la suma de todos estos emprendimientos inmobiliarios que van haciendo a lo largo de las zonas de bañados y humedales, el agua no tiene lugar donde instalarse y busca otro lugar que antes era alto y ahora es un lugar bajo, como la Basílica”.
“Lo que nosotros estamos diciendo es que todo esto se puede evitar. El tema de las inundaciones en la ciudad de Buenos Aires también tiene el mismo sentido: se va construyendo en el lecho del Río de la Plata. Entonces los desagües que hay lentifican la circulación del agua y por eso no tiene espacio para salir”, explicó Baldaccini a este medio.
Por último, la asambleísta destacó que, en estos casos, “siempre se prioriza el negocio. Con lo grande que es nuestro país podrían construir en otros lugares: la ciudad de Buenos Aires no tiene más espacios verdes. Y Quilmes y Avellaneda tienen entre 40 cm2 y 50 cm2 de espacio verde por habitante, cuando en realidad necesitamos 15 metros cuadrados. Entonces, ¿por qué seguir avanzando sobre lugares que podrían estar libres?”.