Sobre llovido, mojado: volvió a subir el dólar

El dólar trepó ayer 48 centavos y cerró a $28,69, en su segundo incremento consecutivo, que lo llevó a los mismos niveles del mes pasado.

El dólar trepó ayer 48 centavos y cerró a $28,69, en su segundo incremento consecutivo, que lo llevó a los mismos niveles del mes pasado.

   El día anterior, el dólar había saltado 20 centavos, luego de que el Banco Central decidiese mantener la tasa en un 40% tras alertar sobre una aceleración de la inflación.

   De esta manera, en solo dos días, el "billete verde" registró una suba acumulada de 66 centavos, hecho que lo llevó a los niveles de julio.

Tras la aparente tranquilidad cambiaria, que el Gobierno logró a fuerza de la inyección de dólares que aportó el FMI y el mantenimiento de las tasas en niveles altos (recesivos para la producción), el nuevo salto en la divisa obedece a la permanente desconfianza del mercado ante los avatares de la economía local, a los que ahora se suma el escándalo de “los cuadernos de las coimas” en el que varios empresarios aparecen implicados.

Así, tras la devaluación del 50% desatada entre abril y junio, la creciente inflación y el enfriamiento de la economía, el desfile de empresarios en Tribunales lleva al sector de la producción a tomar una doble cautela. ¿Quién se arriesgará a invertir en un país donde no hay seguridad jurídica, cuando la recesión se profundiza, el financiamiento resulta casi imposible y buena parte del sector empresario está cuestionado?

Si algo no necesitaba la alicaída economía  argentina eran los cuadernos de Centeno, que, junto a los desaguisados del Gobierno, han alentado la desconfianza de un país en el que la corrupción se enquista como política de Estado: entonces, asistimos al derrumbe de las acciones, la disparada del riesgo país, que ayer saltó a los 635 puntos, y la tendencia alcista del dólar. En este escenario, el Central ya confirmó que mantendrá las tasas de interés altas, por lo que las empresas seguirán cargando con una pesada mochila para el financiamiento. Y, del mismo modo, sacar un préstamo o apelar a la tarjeta de crédito para comprar, seguirá encareciéndose.

Como lamentaron en la Unión Industrial Argentina: “Tras la deuda, la recesión y la inflación, aparecen estos cuadernos que meten ruido y aumentan la desconfianza. Sobre llovido, mojado”.