Una multitud movilizada por el Astillero, en defensa del trabajo y el diálogo

Un día después de que la Gobernadora se resistiera a recibir a los trabajadores del Astillero Río Santiago, desencadenando un feroz enfrentamiento de pobres contra pobres -entre los operarios del predio de Ensenada y la Policía-, ayer los empleados de la fábrica naval volvieron a copar el centro platense con una multitudinaria manifestación pacífica. 

Según los cálculos, fueron más de 25.000 los que se movilizaron para repudiar la represión que en la víspera sufrieron quienes salieron a defender sus fuentes laborales. Presionado por esa multitud, el Gobierno de Vidal debió abrir una mesa de diálogo. 

No obstante, los trabajadores mantenían el acampe en la carpa que montaron frente a la Gobernación tras los hechos del miércoles. Allí, aguardaban respuestas a sus reclamos: una reunión urgente con autoridades competentes, que se frenen los descuentos salariales y el diseño de un plan productivo para el astillero. 

Estas mismas exigencias llevarán mañana al ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, que, tal como trascendió, por fin los recibirá.

El diálogo, que debió imponerse, llegará como consecuencia de una multitud que no toleró la violencia, las heridas, las detenciones. Todo aquello que convirtió al centro de la capital provincial en un escenario dantesco. Con la Plaza San Martín como testigo, allí mismo donde los operarios del Astilleros acamparán hasta mañana, a la espera de soluciones que rescaten al predio naval que con la construcción de sus barcos supo generar empleo, ingresar divisas y distribuir riquezas.