07/05/2013 - 07:34hs
Tras cinco días de huelga, los choferes de micros de larga distancia acatarán la conciliación obligatoria. Entró en crisis el sistema de subsidios montado por el gobierno K
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) resolvió anoche acatar la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo y, en consecuencia, el servicio de larga distancia, suspendido hace cinco días, será restablecido "en forma inmediata".
El acta de acuerdo difundida por el Ministerio de Trabajo llegó minutos antes de la medianoche, como resultado de una convocatoria de urgencia de la cartera nacional a la conducción gremial. Si bien el ministro Carlos Tomada no lo dijo explícitamente, pareció quedar en claro que la cuestión de fondo, que son los subsidios, aun no había sido resuelta, ya que recordó que "primero está la gente, luego hay tiempo para el diálogo".
A su vez, Mario Verdaguer, de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi), amenazó: "Vamos a tener que prescindir de cinco mil o seis mil trabajadores, y ahí ellos van a defender sus puestos laborales". Y no se descarta aumento en las tarifas.
El paro de los choferes de colectivos de larga distancia mantuvo varados por más de cinco días a más de 400.000 mil pasajeros en todo el país. La gravedad de la situación es consecuencia de una política sistemática de despilfarro de subsidios a empresas amigas del poder político que sostuvieron tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández.
La crisis era previsible, dado que el dinero que entregaba el Gobierno de forma descontrolada jamás fue invertido en infraestructura o mejoramiento de unidades en el caso de los colectivos, si no que sólo sirvió para el crecimiento de un puñado de compañías allegas al oficialismo.
Ahora, en época de crisis económica, el Gobierno no dispone de los millones que antes podía despilfarrar, y el conflicto se encuentra en un cuello de botella. Los trabajadores agremiados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) pretenden que se haga efectivo el aumento del 23% mientras que las empresas aseguran que no pueden subir los sueldos si el Estado no interviene con subsidios (que en 2012 fueron reducidos debido a la crisis de caja del kircherismo).
Un problema estructural
Juan Kornblihtt, director del observatorio de economía OME, perteneciente al Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (Ceics), explicó a Hoy: “Los subsidios en Argentina tienen una existencia prolongada, que responden en general a un límite de las industrias y las empresas que acumulan en el país que es la baja competitividad”.
Empresas que reciben más de lo aportan
El director del observatorio de economía OME, Juan Kornblihtt, explicó a Hoy que la política de subsidios, que implementó el kirchnerismo, originó que “los empresarios beneficiados pagan menos salarios porque el Estado abarata el costo laboral”.
“El problema es que es una estructura insostenible en el tiempo. Las empresas subsidiadas siempre van a recibir más subsidios de lo que pagan de impuestos. Por lo tanto el régimen está supeditado a un superávit del sector externo o a un aumento de la tasa de explotación por la vía de bajar los salarios. Por eso, cada vez se va a hacer más difícil sostener este esquema”, destacó Kornblihtt, del Ceics.