Berisso: reclaman un resarcimiento histórico
La contaminación de YPF
20/08/2015 - 06:10hs
La región estuvo ayer en vilo por una de las antorchas de la refinería de YPF en Ensenada. La desidia y ausencia estatal que pone en riesgo a las personas. Los peligros de una bomba de tiempo
Una llamarada gigante desprendidas desde la refinería que tiene YPF en Ensenada puso ayer otra vez en alarma a la región durante largas horas.
Desde la empresa argumentaron, a través de un comunicado, que esas llamas se debieron a que “se están realizando tareas de mantenimiento programado en un compresor de gases de una unidad de conversión, lo cual implica una utilización más intensiva en la Antorcha” y que “los trabajos que se realizan no generan consecuencias para la población de la zona”.
Las explicaciones de YPF generaron muchas más dudas que certezas. Ante una consulta de Hoy, el ex Secretario de Combustibles de la Nación, Gustavo Callejas, salió al cruce de la versión oficial. Y remarcó que “la antorcha quema y contamina, esa es la realidad. Es un problema de contaminación que afecta visiblemente a los vecinos”.
La total ausencia del Estado para dar solución a estos problemas es un riesgo manifiesto para todos los habitantes que rodean a la refinería de YPF, causando todo tipo de enfermedades respiratorias y pulmonares (ver aparte), que no hace más que mostrar la ineficacia que ha tenido el kirchnerismo para dar solución a este reclamo desde la estatización de la empresa en 2012.
Para Callejas, ex subsecretario de Energía del gobierno de Raúl Alfonsín, “si las cosas son programadas como ellos dicen, no se deberían producir semejantes llamaradas como las que se producen, y si lo esconden es porque algo anda muy mal. Lo que quema la antorcha es lo que está sobrando de algún lado y se quema para que no explote”.
Problema sin solución
Las constantes emanaciones tóxicas que se expelen de las antorchas y chimeneas de YPF, han sido tema de variada cantidad de notas de nuestro diario, en donde se remarcó la creciente contaminación sonora y visual a la que se somete a la región por parte de una empresa que no tiene control sobre sus acciones y que actúa muchas veces en forma esquiva a la ley.
Según Callejas, “las emanaciones tan frecuentes se deben a que no se hacen las cosas como deberían hacerse. Es increíble que desde la empresa no se den a conocer con anterioridad toda esta clase de sucesos, no se entiende esta acción cuando está la gente viviendo alrededor de la planta poniendo en riesgo la vida de las personas”.
“Es un disparate lo que ocurre hoy en YPF. Miguel Galuccio lleva más de tres años de gestión y no se ha hecho prácticamente nada para mejorar a la empresa, pareciera que se ocupa más para ver como hace para quedarse en su puesto cualquiera sea el gobierno que venga, que en el funcionamiento real de la empresa”, recalcó el ex funcionario alfonsinista.
Resulta incomprensible para los expertos, que con todos los aumentos que ha tenido la nafta en los últimos años, la empresa funcione en forma tan deficitaria como lo está haciendo. Las nubes y llamas tóxicas en la vecina ciudad son un ejemplo cabal de cómo el mal manejo de una empresa puede llevar a un daño ambiental y social sin precedentes.
La bomba de tiempo que significa la refinería de YPF en Ensenada sigue sin solucionarse, viviendo la misma una realidad por demás angustiante, sin mantenimiento ni protección alguna, poniendo en vilo a toda la región. Las autoridades nacionales, como en tantos otros casos, están ausentes y hacen oídos sordos al tema.
Peligro inminente
Hace tiempo que las acciones que se vienen desarrollando en el Polo Petroquímico de Ensenada vienen siendo alertadas desde diferentes organismos, mostrando la peligrosidad de los actos que allí se cometen.
Un estudio realizado por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), firmado por Evangelina Velazco, Isabel López y Néstor Bono, señala que una explosión no controlada en dicha destilería afectaría a más de 30.000 personas, con severos daños no sólo en Ensenada, sino también en Berisso y La Plata.
El informe se ilustra en base a una probable explosión de las esferas de gas ubicadas en el sector de Refinería, en la Planta de Gas de El Dique y en Petroquímica, calculando que el diámetro de la bola de fuego puede llegar a 229 metros y su explosión alcanzaría un índice de letalidad del 99% en un radio de 368 metros y del 50% en un radio de 539 metros.
Como puede observarse, la situación para quienes viven en las proximidades de la refinería es altamente nociva, poniendo en riesgo la integridad física de las personas.
La salud en juego
La contaminación y la falta de inversión no es exclusivo de la refinería. Todo el polo petroquímico está en la mira. Un estudio realizado por el neumonólogo y pediatra Daniel Elizalde, advierte que la ciudad de Ensenada tiene entre los chicos menores de 14 años, un 30 por ciento más de enfermedades respiratorias crónicas que aquellos chicos que viven en el resto del territorio provincial.
El informe de Elizalde se basa en una muestra efectuada a 170 chicos del barrio Campamento de Ensenada, comparándolos con otros chicos de la misma edad del barrio de Villa Elvira en La Plata, donde los números fueron elocuentes de una realidad que afecta la salud de la población.