Berisso: El sobrino, detenido y complicado

Un menor de 17 años fue demorado ayer, tras un allamiento en su casa de Berisso, en donde se incautó el celular de la pensionada asesinada, zapatillas con sangre y una remera

Sorpresa y giro dramático: el crimen de la pensionada de 48 de años de Berisso, ocurrido durante la noche del martes, tiene un demorado, y se trata nada menos que de su sobrino, un menor de 17 en cuya casa encontraron e incautaron ayer el celular de la víctima, zapatillas con manchas hemáticas y una remera, revelaron fuentes policiales y judiciales. 

Desde un primer momento se sospechó que el homicida pudiera tener relación estrecha con Claudia Ortiz, ya que las aberturas de su casa de 167, 26 y 27 no habían sido forzadas ni se habían llevado nada de la propiedad, más allá del teléfono personal de la damnificada. Además, no había en el interior de la finca signo de violencia alguna, y el cuerpo de la mujer no presentaba heridas defensivas, por lo que no hubo lucha. 

Pero que las sospechas recayeran sobre uno de sus sobrinos, y que ayer personal de la comisaría Segunda de Los Talas, al mando de su titular Luis Romero, y agentes del Gabinete de Homicidios de la DDI fueran durante la tarde hacia su finca de 40 entre 172 y 173, sorprendió a varios. 

Y sorprendió todavía más que dentro de la propiedad se secuestraran zapatillas con manchas de sangre, una remera que habría sido la utilizada durante el hecho criminal y el mismo celular de Ortiz. 

Además de encontrar al joven buscado, quien admitió el robo del aparato pero se desligó del crimen, adujendo no ser el autor. 

“Se quebró y dijo que le habia sacado el teléfono a su tía”, le afirmó a este medio un jefe policial abocado a la investigación. “Tenía algunos rasguños que podrían deberse al ataque y se lo notaba muy, muy nervioso”. 

Afirmó que llegaron hacia él en base a “diferentes declaraciones que lo involucraban, testigos que lo vieron en la escena del crimen”. 

El allanamiento, ordenado por el titular de la fiscalía 4, Fernando Cartasegna, se produjo alrededor de las 17, y la detención del menor una hora después. 

“Mañana (por hoy) será indagado por la fiscalía de menores, pero es difícil encontrar un móvil. Era muy querido por Ortiz, su sobrino preferido y casi un hijo para ella. No sabemos qué pudo haber pasado”. Y reveló que el joven “vive con su madre, la pareja de ésta y sus hermanos, uno de los cuales es cadete de la Policía”. 

Agregó que, en base a testimonios, el menor “no tendría problemas de adicciones, ni estaba alterado cuando lo apresamos; sólo nervioso”. 

Por último, dijo que “si bien no trabaja, estudia”, y que pasó la noche en su casa, pero vigilado por personal policial. 

Lluvia, sangre y pedidos de auxilio

Ortiz se encontraba en su casa, preparándose la comida. Eran aproximadamente las 22 del martes, y caía una intensa lluvia. Entonces, de manera sorpresiva, fue atacada por un sujeto, quien utilizó el mismo cuchillo que venía manipulando ella para cocinar y le produjo dos cortes en el cuello: uno lineal y otro debajo del mentón, hacia arriba.

Malherida, llegó hasta la vereda, dejando un reguero de sangre en la cocina y en la puerta. Cruzó la calle y pidió ayuda, siendo asistida por una vecina, mientras otros frentistas fueron a buscar a sus familiares, que viven por la zona. Fue un sobrino quien la llevó en su auto hacia el Larrain, y durante el trayecto la mujer sólo balbuceó nombres de sus familiares, pero no pudo decir qué había pasado. La operaron y murió la mañana del miércoles por una hemorragia. 

Las aberturas de la finca no habían sido forzadas y en el interior no había rastros de pelea, mientras que sus familiares no detectaron faltante alguno, más allá de su celular. 

“Vivo a la vuelta y nadie escuchó nada. (El asesino) esperó a que comenzara a llover (para atacar)”, dijo su hermana, y agregó que “no nos dijo nada que estuviera amenazada; La mataron como a un perro. ¿Qué tuvo que haber hecho para que le hicieron eso?”.

Ortiz tenía cuatro hijos viviendo en Olavarría –dos mujeres-, nietos y sobrinos; era pensionada y estaba separada.