Buscan a quienes difundieron el video de la nena de 13 años

Trama Urbana

28/06/2013 - 07:02hs

Hay puntos de contacto con los que administran páginas de Internet con fotos y material de otros menores platenses. Investigan en qué escuela se difundió la filmación en pantalla gigante

"Sacaron a esta niña de la espera de la adolescencia para ponerla en el mundo de los adultos”, analizó el fiscal Fernando Cartasegna, titular de la UFI de Delitos Vinculados a la Trata de Personas y a cargo de la causa que investiga la difusión de –al menos-  un video íntimo de una menor de 13 años. La víctima es alumna del Colegio Nacional, donde no se habla de otra cosa, y cuyas autoridades salieron a desmentir la versión que indicaba que en ese establecimiento dependiente de la Universidad Nacional de La Plata se había difundido ese aberrante material en pantalla gigante.

El rumor se instaló después de la aparición de una foto en la que se observa a varios chicos mirando el video, en lo que parecería un ámbito escolar. Esto también es investigado por el fiscal Cartasegna.

Para pasar en limpio, hay dos causas. Una se abrió el pasado mes de abril, al detectarse la existencia de entre una y seis páginas de Internet con fotografías y videos eróticos de menores platenses. Esos sitios fueron retirados en varias oportunidades, pero quienes los administran se encargaron de colgarlos una y otra vez. A esa pesquisa se le sumó el lunes la aparición del video de la chica del Nacional, que comenzó a circular de teléfono en teléfono, hasta que alguien lo subió a una red social. A partir de ese momento, la difusión se volvió incontrolable y hasta llegó a convertirse en “primera tendencia en Argentina”, lo que significa, aunque resulte difícil de creer, que fue el material más visitado en todo el país. 

Más allá del dato de que ambos casos involucran a menores, el punto de contacto tendría que ver con quién maneja y controla esos deleznables contenidos.

“Hasta ahora debemos suponer que son adultos”, dijo Cartasegna, sin descartar la existencia de una red de pedofilia detrás de estas maniobras, pero tampoco ninguna otra hipótesis. Apenas supo del rumor del video circulando en Twitter, el fiscal se puso en contacto con el área de Ciber Crimen dependiente del ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense, abocado a rastrear el origen del material.

Luego entrevistó a los padres de la menor, quienes ya estaban al tanto de lo que sucedía y le anticiparon lo que luego confirmarían los psicólogos que asistieron a la adolescente: atraviesa por una profunda angustia a raíz de esta situación semejante a una “violación a largo plazo”, en palabras de un especialista. Por eso se resolvió que una vez que supere ese cuadro recién  prestará testimonio en el ámbito y condiciones adecuados, lo que permitirá establecer cómo se filmó el video, si participó otra persona y por qué vía pudo filtrarse, explicaron fuentes judiciales.

“Si es con un Black Berry, hablamos de picardía”

La directora del Colegio Nacional, María José Arias Mercader, negó rotundamente que el vídeo íntimo de una alumna se haya proyectado en ese establecimiento. Y rechazó que la foto que generó la duda fuera “tomada en ninguno de los espacios de nuestra escuela”, ya que –dijo- los alumnos “no tienen chance alguna de acceder a la manipulación de los elementos para realizar la proyección”.

Los investigadores ya tendrían confirmado la escuela en la que se proyectó el video, y avanzan en la identificación de quiénes lo colgaron en la web.

Respecto de la versión que involucra a menores en la manipulación del material por parte de menores, Cartasegna apeló a la responsabilidad de los adultos. “Cuando un menor delinque se habla de ‘pibes chorros’ y se pide una baja en la edad de imputabilidad, pero cuando el delito se convierte con un Black Berry o un smartphone hablamos de picardía”.

A criterio del titular de la UFI contra la Trata, hay que asumir que esa tecnología en manos de menores implica un riesgo, por el acceso sin control, ni restricción, a todo tipo de información.

Los especialistas hacen hincapié en la peligrosa invasión del mundo adulto en el de los adolescentes, a diferencia de lo que sucedía años atrás, cuando este grupo tenía sus propio lenguaje, moda y cultura de pertenencia.