Una empleada fue atacada a golpes por una menor en un Instituto
28/01/2017 - 00:11hs
Sucedió ayer a la tarde en un negocio de Melchor Romero. La víctima, de 26 años, intentó frustrar un robo dentro del comercio de su familia y recibió un disparo de arma de fuego. Frentistas, preocupados por la escalada de la inseguridad en la zona
un agente de la Policía Local de 26 años fue baleado por delincuentes ayer por la tarde, en el barrio Melchor Romero, luego de intentar defender a su madre y hermanos de un intento de robo en el negocio familiar, informaron fuentes policiales.
El episodio se produjo alrededor de las 16, en 516 entre 159 y 160, hogar y lugar de trabajo de los Navia. En la planta baja del inmueble funciona un almacén, mientras que en la planta alta se encuentra el domicilio de la familia.
Según voceros, al menos dos asaltantes armados arribaron hasta el local con fines de robo, a bordo de una motocicleta Honda Wave color roja. Uno de ellos se quedó en la vereda mientras que el otro ingresó y amedrentó a los empleados.
Paulo, vecino y referente del barrio, le comentó a Trama Urbana: “El hijo menor de la familia estaba atendiendo y a él lo amenazaron en primer término. El ladrón, a punta de pistola, le exigió el dinero de la caja y el nene, en la desesperación, comenzó a gritar. Esto alertó a su hermana y a su madre, quienes salieron de un cuarto detrás del mostrador y observaron toda la escena. La joven, al ver que su hermanito corría peligro, empezó a tirarle con todo lo que tenía a mano al delincuente”.
La situación comenzó a ponerse cada vez más tensa cuando el implicado le propició un culatazo en la cabeza a la madre de los chicos. “En ese momento, Johnny, que estaba en la planta alta cambiándose para ir a prestar servicio a la Policía Local escuchó los gritos y bajó rápidamente. Cuando se encontró con el ladrón y se identificó como agente de la fuerza recibió un disparo en el abdomen y cayó herido al suelo”, continuó.
El sospechoso escapó corriendo hacia la vereda donde su cómplice lo estaba esperando y ambos se fugaron a toda velocidad. A los pocos minutos, Paulo fue advertido del hecho por otros vecinos de la zona y se acercó hasta el negocio para ayudar a las víctimas. “Cuando llegué vi al chico ensangrentado en la panza; lo cargaron en un auto y yo ayudé a cargar a la madre para ir al hospital de Romero”.
De acuerdo a lo expresado por los auxiliares del nosocomio, la señora fue atendida y se le realizaron las curaciones necesarias, quedando fuera de peligro. Por su parte, el muchacho fue intervenido quirúrgicamente, recibiendo cinco tranfusiones de sangre, ya que presentaba hemorragia al suturar la herida. Los médicos aseguraron que su estado es delicado y que deben esperar el tiempo necesario para ver cómo evoluciona.
Por último, es para remarcar el sentimiento de desprotección y alarma que tienen los frentistas ya que, afirman, no es la primera vez que sucede algo de estas características en el barrio y que están asustados porque no encuentran respuesta por parte de las autoridades: “La zona se está complicando cada vez más y tenemos miedo de salir a la calle, no solo a la noche, sino también de día. Sin ir más lejos, esto pasó a las 4 de la tarde, no tenemos consuelo”, relató una vecina.