La defensa lo quiere declarar inimputable por sufrir licantropía: un ser humano que se cree animal.
23/10/2021 - 14:23hs
Un jurado popular comenzará a juzgar el martes próximo a Gilad Pereg, el bautizado públicamente como "hombre gato", por creerse y actuar como tal, acusado del crimen de su madre y de su tía, ambas israelíes, quienes tras ir a visitarlo a la localidad mendocina de Guaymallén fueron halladas asesinadas y enterradas en enero de 2019 en el predio donde él vivía.
Pereg afrontará cargos por el delito de "homicidio agravado por el vínculo" de su madre Pyrhia Saroussy (63) y por el "homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego" de su tía, Lily Pereg (54), por los que podría ser condenado a prisión perpetua.
La abogada que representará a la familia de la tía de Pereg, en tanto, es Claudia Vélez, mientras que el "hombre gato" será defendido por los letrados Maximiliano Legrand y Lautaro Bracheta, quienes intentarán demostrar que su cliente es inimputable.
Si bien la defensa del acusado pidió durante las audiencias preliminares que a la hora de componerse el jurado se incluya a dos personas no binarias, el planteo fue rechazado por el tribunal.
Por tal motivo, los representantes de Pereg adelantaron que apelarán la negativa ante la Suprema Corte de la Nación, contó Legrand, quien consideró "fundamental que el jurado cuente equitativamente con miembros, tanto femeninos, como masculinos y no binarios".
"Nosotros esperamos que el jurado pueda escuchar a los peritos y las pruebas científicas, ya que todo arroja que al momento del hecho mi cliente estaba en una situación de inimputabilidad", dijo Legrand.
El doble crimen de las israelíes fue descubierto el 26 de enero de 2019 cuando, luego de días de búsqueda por Mendoza y Chile, los cuerpos de ambas fueron hallados enterrados en un predio propiedad de Pereg, ubicado en calle Julio Argentino Roca 6079, de Guaymallén.
La búsqueda de ambas mujeres se había iniciado el 12 de enero de ese año, cuando Pereg, un hombre de 1.90 metros de altura, cabeza rapada, que solía vestir remera y short y que se hacía llamar en el barrio "Nicolás", denunció ante la policía la desaparición de su madre y de su tía, quienes habían ido a visitarlo a Mendoza.
En su denuncia, el ahora acusado manifestó que las había visto por última vez cuando se fueron en un colectivo desde Guaymallén rumbo a un departamento que habían alquilado en calle España, de la capital provincial.
Durante unos de los allanamientos, con la ayuda de perros de la Escuela de Adiestramiento Canino (Escam), los investigadores encontraron manchas de sangre en la remera del imputado.
Al ser analizada, esa sangre coincidió con el ADN hallado en uno de los cepillos de dientes encontrados en el departamento alquilado por las mujeres en la calle España.
A pedido de la fiscal de Homicidios, Pereg fue detenido como sospechoso de las desapariciones de su madre.
Finalmente, el 26 de enero los cuerpos de ambas mujeres fueron encontrados tapados con piedras y tierra en el fondo del predio casi abandonado del imputado, en un sector donde había una obra en construcción a medio terminar en la que Pereg posó para una foto durante una nota previa que le dio a Télam.
La Justicia imputó a Pereg y ordenó su detención en el penal de San Felipe, donde quedó alojado.
No obstante, tras algunos incidentes que generó en esa prisión, y por pedido de su defensa, el acusado fue derivado al hospital psiquiátrico El Sauce, donde se encuentra internado a la espera de este juicio.
"El equipo del El Sauce realizó un gran esfuerzo para lograr que esté bien, es el mejor lugar donde puede estar hoy en día. Como dijeron nuestro peritos, si bien es inimputable también es peligroso, yo creo que está bien que esté internado", dijo Legrand sobre su cliente.
"Creo que va a pasar el resto de su vida internado o en un penal. En el futuro también, hasta que pueda obtener un resultado a su tratamiento, que seguramente será difícil y largo en el neuropsiquiátrico", agregó.
El defensor recordó que cuando Pereg estuvo detenido en la penitenciaria de San Felipe la situación fue "catastrófica", ya que lo "torturaron" y "le quebraron una mano".
Para la defensa, el acusado debe ser declarado inimputable y, en ese contexto, recordó lo establecido por el psiquiatra forense Mariano Narciso Castex, uno de los peritos que lo examinó en el 2019, quien dijo que Pereg padece de licantropía: un ser humano que se siente animal.
De hecho, en varias ocasiones llegó a las audiencias judiciales maullando como un gato, de ahí el apodo con el que socialmente se lo conoce.