30/01/2014 - 06:44hs
Mariela Bortot es otra de las personas que desaparece durante sus días de vacaciones. La mujer, de 40 años, salió a caminar el sábado pasado en la localidad cordobesa de Inriville, a 295 km. de la capital provincial, y nadie supo más nada de ella.
La mujer, madre de dos hijas y empleada en una estación de servicio, tenía dos teléfonos, uno encima y otro que dejó en la casa. El último que la vio habría sido un trabajador rural, que la observó caminando sola.
"El teléfono que llevaba consigo fue bloqueado, según informó la empresa, el mismo sábado a la tarde. Mi madre nunca era de irse. Siempre que salía o se iba a otro lado avisaba. De hecho, nos había dicho que iba a volver a casa para que la peináramos y el lunes tenía control médico por la operación de su brazo", señaló su hija, Brenda Fontana, de 25, a La Voz del Interior.
Este miércoles, un ojota de las que Mariela llevaba puestas apareció pendiendo de una rama, a orillas del río Carcarañá. Luego de investigar el teléfono de la desaparecida, la policía investiga a varios hombres. Uno de ellos declaró que estuvo en el pueblo pero que no se encontraron. El cruce de llamadas indica de que él la llamó en reiteradas oportunidades, pero la mujer nunca atendió.
Otros dos hombres fueron interrogados y sus casas fueron revisadas por la fuerza provincial. Todos declararon que no estuvieron con la mujer en las horas previas a su desaparición.
La policía incautó un Renault Megane y también una camioneta, de otro hombre que le escribió a Mariela, y en cuyo interior apareció un cabello rubio.
Durante este jueves continuarán los rastrillajes en las zonas aledañas al río.