El 24 de agosto la interceptó en la ruta provincial 67. Es que ya estaba en curso una búsqueda de paradero. Sin embargo, no dijo que estaba cautiva. Mañana declara. La periodista prepara su defensa.
21/11/2012 - 01:53hs
Nuevos interrogantes se suman a la causa que investiga el secuestro y los vejámenes que sufrió Sonia Marisol Molina, hecho por el que están detenidos la periodista Estefanía Heit y su esposo Jesús Olivera, acusados de haberla retenido durante unos tres meses en su casa de Coronel Suárez. El caso salió a la luz el lunes de la semana pasada, cuando la víctima pudo salir de la vivienda a través de una ventana, aunque todavía existen muchos puntos oscuros.
Por ejemplo, ayer se supo que el pasado 24 de agosto la Policía de Arroyo Corto demoró a la víctima en una ruta, donde la identificaron y así descubrieron que sobre ella pesaba un pedido de paradero, ya que sus familiares no podían contactarla desde hacía semanas.
El parte oficial de la Policía sostuvo que durante “operativos de interceptación vehicular e identificación de personas sobre ruta provincial 67, personal del puesto de vigilancia de Arroyo Corto procedió a la aprehensión de la ciudadana Molina Sonia Marisol, de 32 años de edad y con domicilio en la ciudad de Coronel Suárez, quien registraba un pedido de paradero activo a requerimiento del Juzgado de Instrucción nº 30 del Departamento Judicial de Choele Choel, provincia de Río Negro”.
Una vez realizados los trámites de rigor, la mujer “recuperó su libertad” y regresó a la casa de la periodista, donde -de acuerdo a lo que se sabe- la siguieron atormentando. Lo que llamó la atención de los investigadores es por qué en ningún momento Molina denunció lo que estaba padeciendo, pese a que, por los testimonios relevados hasta el momento, ya estaba en manos de Heit y su esposo.
En tanto, ahora se aguarda la declaración testimonial de Sonia Molina, que mañana se enfrentará a la fiscal Claudia Lorenzo de Bahía Blanca, quien seguramente le preguntará acerca de aquel episodio con la Policía de Arroyo Corto.
Ese día Sonia será dada de alta para cumplir con la diligencia y luego, se estima, regresará a Río Colorado, de donde a principios de este año partió al conocer a Olivera, dejando bajo el cuidado de su familia a su hija de 10 años.
El director del Hospital Municipal, Ricardo Denaro, informó que “la recuperación de este tipo de cuadros es gradual y lenta, quiere decir que las variaciones que hay de un día a otro son paulatinas y pocas”. Explicó que “son visibles en el rostro y otras partes del cuerpo los golpes que ha recibido (la víctima). Está con poca gente, acompañada de un familiar por vez, va recuperándose de a poco”.
Por otra parte, Claudio Lofvall, el abogado de Heit, aseguró que la imputada le dijo que se “reprochó no haberla llevado al hospital cuando llegó tan mal”, haciendo referencia a la víctima.
Lo que se pudo establecer es que la estrategia de la defensa pasaría por tratar de constatar que las lesiones que presentó Molina al realizar la denuncia habrían sido provocadas de antemano, por motivos y autores desconocidos por el momento.