17/07/2015 - 06:57hs
Ambas tienen la jerarquía de sargento. Fueron agredidas por los padres de un sujeto a quien acababan de trasladar a la dependencia. Ocurrió en Villa Ponsati
Un changarín de 55 años y su señora, ama de casa, fueron aprehendidos en las últimas horas luego de haber atacado a golpes de puños y patadas a dos mujeres policías adentro de una comisaría de Villa Ponsati y, por la gravedad de las heridas, las víctimas debieron ser internadas en un Hospital local, señalaron ayer desde la fuerza.
El violento caso tuvo su inicio cuando efectivos de la dependencia Decimosexta, al mando de su titular Daniel Tolaba, se acercaron a un Peugeot 504 rojo y sin patentes, por lo que trasladaron a su conductor al asiento policial, alrededor de las 13 de ayer.
Minutos después se acercaron al lugar los padres del demorado, quienes comenzaron a increpar de manera violenta al ayudante de guardia, identificado como el sargento Mariana Montero (35). “Gritaban diciendo que se iban a llevar a su hijo a toda costa, que no les importaba nada, y comenzaron a insultar”, le contó a Trama Urbana un jefe de la fuerza. La oficial de servicio, María Florencia Paz (29), salió en defensa de su compañera, pero entonces todo empeoró.
“Se tornaron todavía más agresivos y golpearon a los dos efectivos, con las manos y los pies. En un momento dado, Montero se cayó y la mujer le dio patadas, mientras su marido agredía con trompadas a Paz”, amplió el vocero.
Con los uniformados recibiendo una paliza, personal administrativo de las diferentes oficinas salieron de sus despachos con el fin de frenar el arrebato de furia y, a la vez, se solicitó ayuda a otros efectivos.
Recién ahí pudieron detener la batahola y aprehender a los salvajes, a quienes alojaron en celdas provisorias hasta que declaren por el delito de “atentado, resistencia a la autoridad y lesiones”.
Producto de las agresiones recibidas, las mujeres policías fueron trasladadas al hospital Italiano: Paz presentaba dificultades para respirar y recibió serios golpes en el estómago, mientras que Montero caminaba con serios inconvenientes y poca movilidad de su hombro derecho.