14/02/2014 - 18:34hs
En una resolución adoptada por el Juez Federal de Dolores, Dr. Alejo Ramos Padilla, se declaró concluida la instrucción de la causa donde se investigó la tragedia ocurrida en el paso a nivel de la Ruta 63 en el año 2008, y se dispuso elevar las actuaciones al Tribunal Oral Federal de Mar del Plata para la realización del correspondiente juicio oral.
El expediente se tramitó ante la justicia provincial, encontrándose las actuaciones en el Tribunal en lo Criminal nº 1 de Dolores con fecha determinada para la realización del juicio, fue planteada que la causa era de competencia Federal y no provincial, en razón de la interrupción del tráfico ferroviario que había ocurrido por el accidente.
El Tribunal, tras aceptar el planteo, remitió las actuaciones al Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, órgano judicial que no aceptó la competencia, remitiéndose entonces las actuaciones a la Corte Suprema de Justicia para dirimir quién debía juzgar, resolviendo el Máximo Tribunal de la Nación que fuera el Fuero Federal, llegando finalmente las actuaciones a la instancia del Juzgado Federal de Dolores, donde en un plazo de 60 días y al no mediar oposición por parte de la defensa del chofer del ómnibus se elevó finalmente a juicio oral, a pocos días de cumplirse el 6to. aniversario de la tragedia.
Sobre el trágico suceso es de recordar, que alrededor de las 2,20 hs. del 9 de marzo de 2008, el ómnibus de pasajeros doble piso de la empresa "El Rápido Argentino S.A." (interno 58), que con 62 pasajeros a bordo había salido de la localidad de Mar de Ajó y tenía como destino final a la ciudad de San Miguel, al llegar al cruce del ferrocarril -paso a nivel- ubicado en inmediaciones del Km. 1 de la Ruta 63, jurisdicción de Dolores, fue embestido por una formación de Ferrobaires que había salido de Constitución con destino a Mar del Plata con aproximadamente 267 pasajeros.
Ello ocurrió pese a la existencia de diversas medidas de seguridad implementadas en el paso a nivel, tales como barreras, señales viales, carteles, señales en la capa asfáltica, chicharras sonoras y luces encendidas en el lugar, que anunciaban el inminente paso de una formación férrea, embistiendo el ómnibus y rompiendo las barreras bajas al no obedecer el conductor las señalizaciones visuales y sonoras que funcionaban plenamente, atravesando el rodado de pasajeros la vía de ferrocarril “en clara y manifiesta violación a elementales normas básicas de conducción” según la justicia.
Como consecuencia del hecho fallecieron dieciocho personas, sufrieron heridas gravísimas cuatro, quince heridas graves y 54 lesiones diversas.