Escalofriante relato del jubilado que mató al ladrón tras un asalto

Jorge Ríos, el herrero jubilado que mató a uno de los delincuentes que entró a robar a su casa en Quilmes, admitió ayer que primero disparó “tres o cuatro veces” pero “sin apuntarle” al hampón y luego dijo que se le “nubló todo” y que no recuerda si le tiró cuando ya estaba en el suelo.

El hombre de 71 años dijo que los maleantes entraron tres veces a su propiedad, la primera para robar cables y cajas, y que él se despertó y después se volvió a dormir.

Al rato lo llamó su comadre, que vive al lado, y le dijo que había ladrones en el techo, por lo que se levantó pero, al revisar afuera, no vio nada. “Me dije: ‘Estos desgraciados no me van a agarrar otra vez’, así que me senté en la cocina y agarré el arma. Pasa cerca de una hora y siento ruidos y veo, a través de un vidrio, que se abre una puerta que no tenía pasador y se manda adentro de la casa. Yo agarro el arma y ya lo tenía encima. Veo que algo le brilla en la mano, pensé que era un cuchillo y ahí nos trenzamos. Salimos y veo que había otro que salta al techo. El que estaba peleando me pegó en la cara. Tenía mucho miedo. En la lucha vi que no era un cuchillo sino un destornillador”, relató.

Según sus palabras, a raíz del forcejeo, él cayó y el maleante quiso escapar: “Lo primero que atiné a hacer fue levantarme y le digo: ‘Tirate al piso que no te quiero tirar’, y él se da vuelta, me tira y me levanta con mucha fuerza; me golpea contra el piso y salta al techo para ir a la casa de mi comadre. Ahí me volví loco. Cuando me asomo por el tapial lo veo que está trepando por el techo y tiré tres o cuatro tiros, sin apuntarle y ahí me perdí’.

Por último dijo: “Estaba enceguecido y con mucha bronca. Salí como un zombie, caminando, y en la esquina lo veo; y después se me nubló todo, ni me acuerdo qué hice. No me acuerdo si le tiré en ese momento”.