“Hacé lo que te decimos o le cortamos los dedos a tu hijo”

Una banda de delincuentes sorprendió mediante un llamado telefónico a una jubilada de 76 años, en Ringuelet. Los cacos le dijeron que tenían a su familiar y que querían 40.000 dólares de rescate, además de otros objetos de valor

"Mamá, ayudame. Me entraron a robar otra vez y todavía están los delincuentes conmigo”. Palabras más, palabras menos, con ese llamado despertaron a una jubilada de 76 años en su casa ubicada en las inmediaciones de 7 y 520, en Ringuelet, durante la madrugada del viernes. Todavía dormida, la mujer no reparó en que se trataba de un engaño, hecho por el cual no cortó la comunicación y siguió escuchando atentamente las palabras que le llegaban del otro lado de la línea. 

El grave incidente, reportado por los familiares de la damnificada ante este medio, se materializó cerca de las 4.30 del mencionado día, cuando el teléfono fijo comenzó a sonar. Sin sospechar nada, la señora atendió y, de esa manera, comenzaron unos minutos de verdadero terror. 

En diálogo con Trama Urbana, el hijo de la víctima señaló que “el hombre que inició la comunicación se hizo pasar por mí. Le dijo a mi mamá que nuevamente habían entrado ladrones a la casa y que aún permanecían adentro, conmigo. Le pidió plata y después le dijo que no podía hablar, que los asaltantes estaban al lado suyo”. 

La perjudicada no pudo identificar la voz de su hijo por un motivo claro: el individuo que había llamado estaba llorando, lo que le dificultaba reconocer el tono. Lejos de cortar, quien se hizo pasar por su pariente le pasó el teléfono a otro, y esta segunda persona fue más allá. “Le exigió un número de dinero en concreto: quería 40.000 dólares y también euros. Le dijo que estaban cerca de su casa y que la estaban viendo. Mi mamá salió a la puerta, pero afuera no había nadie. Ahí sospechó que era una mentira y colgó. Después quiso comunicarse con el 911 pero, como los que habían llamado eran ellos y ellos no habían cortado, la línea seguía ocupada”, detalló su hijo. 

Una banda en la zona 

Cuando, poco después, se puso en contacto con la línea de emergencia, le dijeron que llamara a su hijo, para ver si estaba bien. La mujer lo hizo y comprobó que la llamada se había tratado de un engaño. Volvió a hablar con el 911 y le aconsejaron que radicara la denuncia en la DDI. 

Siguió al pie de la letra las instrucciones y los detectives le aseveraron que el suyo no era el primer caso, sino que, por el contrario, había “una banda operando en la zona”. 

Por último, el familiar de la anciana graficó que, en un momento dado de la charla, uno de los malvivientes le dijo a la señora que si no seguía sus instrucciones “le iban a cortar los dedos a su hijo, además de quebrarle un brazo”. Pese a las amenazas, los implicados “hablaban muy bien, con buena dicción y amabilidad, aunque no tenían datos precisos”. 

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