Lincoln, otra vez: asesinó a puñaladas a su exmujer, a la hijita de ella y se suicidó

Atacó a la que fue su pareja y a la nena de 10 años, que escapó mortalmente herida con su hermanito mayor. No tocó a su hija. Y después se ahorcó. Ya lo habían denunciado por violento.

Trama Urbana

04/01/2013 - 01:45hs

Una mujer y su hija de diez años fueron asesinadas a puñaladas en la ciudad de Lincoln tras ser sorprendidas durmiendo por el exmarido de la dueña de casa, quien tras concretar la matanza escapó y horas después fue encontrado ahorcado en las afueras de esa localidad del oeste bonaerense.

Antes de morir desangrada, la nena alcanzó a escapar para pedir ayuda a los vecinos junto a su hermano, de 14, que no fue atacado y se encontraba en estado de shock.

El agresor -que ya tenía denuncias por amenazas de otras parejas anteriores- se escapó en bicicleta apenas perpetró el hecho y permaneció prófugo hasta que, cerca de las 17 de ayer, a 14 kilómetros de Lincoln -cerca de la localidad de Bayauca- fue encontrado ahorcado con un alambre en una vivienda que pertenecía a un conocido. Todavía tenía en la cintura el cuchillo con el que mató a sus víctimas. Ahora se busca determinar si pudo haber tenido ayuda para trasladarse hasta esa zona porque, si se comprueba que actuó solo, la causa quedará cerrada.

Todo pasó en Lincoln, la misma ciudad donde hace poco más de un año Adalberto Cuello asesinó al hijo de su exmujer, Tomás Dameno Santillán, de 9 años, para castigarla por haberlo abandonado.

Otro punto en común es que Cuello no atacó al hijo que había tenido con su mujer, igual que en este caso: la beba que el atacante tuvo con la víctima resultó ilesa.

Nélida Roxana Bustos, de 35 años, había quedado viuda cuando el papá de sus hijos mayores murió electrocutado y hace un par de años formó pareja con Miguel Angel López, un conocido operador de sonido de Lincoln con quien tuvo una beba y del que se separó hace dos meses.

A eso de la 1 de la mañana de ayer Nélida dormía en su casa de Cerro Catedral 1160, del Barrio La Loma, junto a su hija Evelyn Sarmiento (10), Gustavo Alexander (13) y la beba Irina Magalí, que tuvo con López. Se cree que el hombre ingresó por una ventana y atacó a cuchilladas a su exmujer y a Evelyn, quien alcanzó a salir corriendo junto a su hermano mayor en busca de ayuda.

“Mi mujer me avisó que había una nena pidiendo ayuda en la puerta -contó Marcelo, un bombero vecino-. Salí a la calle y vi sangre en la puerta. Avisé a la Policía y ahí me llamó una vecina a unos 150 metros, que era la tía de la nena”. La llevaron al hospital, pero murió. En la vivienda, los efectivos hallaron el cadáver de Bustos y a la bebita, ilesa.

Desde el comienzo, el principal sospechoso fue López, quien huyó del lugar y fue declarado prófugo a pedido del fiscal Carlos Colimedaglia, de Junín.

El nene de 14 años alcanzó a confirmar que el atacante fue López y relató que el hombre ya les había dicho cuando se fue de la casa que los iba a matar.

Si bien no había sido acusado por la víctima, López ya tenía antecedentes por agresión y amenazas denunciadas por otras dos exparejas y se le había ordenado no acercarse a sus viviendas.

“Nunca me pareció violento”

El intendente de Lincoln, Jorge Fernández, salió a hablar de Miguel Angel López mientras aún lo buscaban: “Lo conozco desde hace 30 años. Es una persona muy introvertida. Nunca me pareció una persona violenta”, dijo sobre el operador de sonido que había hecho algunos trabajos para la Municipalidad.

El cuerpo del asesino fue hallado cerca las 17 en un camino rural, colgado en una tapera.

Se había ahorcado un rato antes. Una de las exmujeres de López había adelantado que ese podría ser el final del prófugo: “Antes de ir preso, me mato”, le había dicho cuando lo denunciaron. Ella y otra expareja pidieron auxilio apenas supieron del caso, por temor a que las atacara.

Tomás: la misma ciudad, igual espanto

En noviembre de 2011 todo el país habló de Lincoln, esta ciudad ubicada a 320 kilómetros de la Capital Federal, por otro crimen atroz: el de Tomás Dameno Santillán (foto), de 9 años, asesinado a golpes de pala.

La Policía detuvo al expadrastro, Adalberto Cuello, ya que abundaban testigos que indicaban que no tenía buena relación con el nene y lo responsabilizaba por la ruptura de la relación con su madre.

El 18 de diciembre pasado Cuello fue condenado a perpetua por “homicidio calificado por alevosía”. Uno de los testigos clave fue el primito de Tomás, quien contó que al chico “le daban ganas de hacer pis y le dolía la panza” cuando veía a su expadrastro.