15/04/2013 - 07:34hs
Fue cuando un grupo de pibes intentó colarse en el salón donde se celebraba la boda de un efectivo del Servicio Penitenciario Federal. Sus allegados lo impidieron. Y alguien sacó un arma
No sólo en los novios y su círculo más íntimo quedará grabada a fuego -por el resto de sus vidas- la fiesta de casamiento que se celebró el sábado pasado en Máximo Paz, concluyendo en las primeras horas de ayer del modo más trágico: con un muerto y cuatro heridos.
La víctima fatal es un amigo del novio. Tenía 30 años y recibió un tiro en el pecho. De los lesionados, tres fueron baleados y uno resultó lastimado por piedrazos. ¿El detonante? Un grupo de jóvenes quiso colarse en la fiesta y no soportó que los amigos de los anfitriones se lo impidieran. Los agresores escaparon y hasta anoche eran intensamente buscados.
De acuerdo a lo que contaron fuentes policiales, todo empezó poco antes de las 6 de la mañana en un salón de fiestas llamado “Villa Mariasito”, ubicado en Pereda y San Eduardo, de esa localidad del partido de Cañuelas. Ahí estaba concluyendo la fiesta de casamiento de un efectivo del Servicio Penitenciario Federal (SPF), cuando cuatro jóvenes, aparentemente menores de edad, quisieron ingresar sin permiso. Para nada dispuestos a retirarse sin escándalo, los muchachos comenzaron a insultar a todos los invitados, mientras gritaban que ellos eran de Máximo Paz. Finalmente se alejaron unos metros y permanecieron en la esquina, desde donde continuaron con las intimidaciones y hasta dañaron algunos vehículos que estaban estacionados.
Cansados de la situación, el novio y varios de sus amigos se dirigieron hasta la esquina para echarlos. Era el comienzo del trágico epílogo, ya que sobrevino una nueva andanada de insultos en medio de los cuales los dos grupos se trasladaron unos 20 metros por San Eduardo, hacia avenida Belgrano. Ahí se produjo un enfrentamiento en el que hubo pedradas y se escucharon varias detonaciones de arma de fuego.
Fuentes de la investigación aseguraron que la hipótesis más fuerte es que hubo un sólo tirador, que pertenecía al grupo de jóvenes que había querido "colarse" en la fiesta y efectuó varios disparos.
Uno de los balazos impactó en el lado izquierdo del tórax de Marcelo Caro (30), un fletero amigo del novio que cayó al suelo gravemente herido.
Las fuentes señalaron que otros tres allegados a Caro sufrieron heridas de bala: Horacio Manosalva (30) en el codo izquierdo y en espalda; Pablo Pérez (31), en la espalda y Daniel Aguer, en una rodilla, mientras que un cuarto amigo, Cristian Montiel, terminó con lesiones leves a raíz de las pedradas.
Tras el enfrentamiento, los atacantes huyeron del lugar, mientras crecía la desesperación entre los invitados a la fiesta, ya que desde el salón escucharon los tiros y los gritos. También algunos vecinos salieron a la calle para observar lo que pasaba. En minutos arribaron los patrulleros y las ambulancias que se encargaron de trasladar a los heridos hasta el Hospital de Cañuelas, donde Caro murió poco después.
En tanto, dos de los otros baleados permanecían ayer internados en observación, mientras que el resto de los lesionados fueron asistidos y dados de alta. De los que quedaron hospitalizados, ninguno correría riesgo de muerte, detallaron fuentes del caso.
La prioridad ahora es identificar y detener a los responsables, tarea de la que participan la sub DDI Brandsen y el Gabinete de Homicidios de la DDI La Plata ( ver recuadro). Por el momento no hay detenidos.
Un único tirador y un revólver involucrado en la balacera
Policías del destacamento policial de Máximo Paz, dependiente de la Jefatura Departamental de San Vicente, de la sub DDI Brandsen y el Gabinete de Homicidios de la DDI La Plata se entrevistaron durante la mañana con distintos testigos, en su mayoría efectivos penitenciarios que estaban en el casamiento, en busca de pistas sobre los agresores prófugos.
Según trascendió de fuentes oficiales, al menos un testigo pudo brindar datos certeros sobre uno de los atacantes, lo que ayudaría a dar con el resto.
En la escena, los peritos de balística de la Policía Científica no secuestraron vainas servidas, por lo que se sospecha que el tirador utilizó un revólver. Para confirmar o descartar la sospecha de que fue uno solo, los especialistas cotejarán los proyectiles incautados.
Los pesquisas tampoco descartan que alguno de los jóvenes del grupo que quiso irrumpir en la fiesta haya resultado lesionado a raíz de la gresca, por lo que relevaban los distintos centros asistenciales de la zona.
El hecho es investigado por el fiscal César Robatto, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada en Cañuelas, del Departamento Judicial La Plata. La causa quedó caratulada como “homicidio en riña y lesiones en riña”. Si, como se sospecha, los responsables son menores, la instrucción pasará al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.