La inseguridad no para: mataron a un hombre que quedó en medio de un tiroteo

Un hombre de 36 años fue asesinado de un disparo al quedar en medio de un tiroteo. El mismo se originó entre  delincuentes que evadieron un control policial a bordo de un auto robado y los policías que los perseguían, informaron ayer fuentes de la fuerza. Uno de los asaltantes fue internado por un balazo durante la madrugada en un centro médico, donde falleció a los pocos minutos.

Todo comenzó anteanoche, cuando un Citroën C4 con tres ocupantes a bordo esquivó un control policial junto al destacamento de General Paz y avenida Constituyentes, en el barrio porteño de Villa Urquiza. Efectivos de la comisaría 47 comenzaron una persecución por esta última arteria hasta doblar por la calle Núñez. Metros después, el conductor del vehículo en fuga detuvo la marcha ya que había otro coche que impedía el paso. 

Los ladrones, armados y con chalecos, descendieron y comenzaron a disparar, acción que fue repelida por los uniformados. Durante el enfrentamiento, un automovilista identificado como Mauro Díaz (36) recibió un tiro que le ocasionó la muerte casi en el acto. Los asaltantes escaparon a bordo del Citroën y del Fiat Uno de la víctima por avenida General Paz hacia el lado de la Autopista Panamericana. 

Ladrón abatido 

Cerca de las 5, un auto arribó al Hospital Central de San Isidro y los ocupantes dejaron tirado en la vereda a David Asselborn (27), baleado en el pecho, quien a los pocos minutos murió en la guardia. 

Los investigadores creen que pudo haberse tratado de uno de los hampones que venían del tiroteo, cuya esposa se presentó en una comisaría de San Martín para denunciar que no había regresado a su casa. También se supo que vivía en José León Suárez, partido de San Martín, y que tenía antecedentes penales. 

Ahora, efectivos de la Policía de la Ciudad procuran establecer mediante las cámaras de seguridad de San Isidro si a este joven lo dejaron sus cómplices, a bordo del C4 gris. En tanto, el Fiat Uno del hombre asesinado apareció parcialmente incendiado tras haber sido utilizado por los malvivientes para huir. 

El fiscal Carlos Vasser, quien analiza la causa, pidió que la Prefectura Naval realice los peritajes correspondientes para determinar si de alguna de las armas de los policías salió el proyectil que mató a Díaz, para lo cual ordenó el secuestro de sus pistolas reglamentarias y que todos los participantes del hecho sean sometidos a un dermotest.

“Destrozaron a una familia” 

Sobre Mauro Díaz se supo que era padre y que, al momento del hecho, estaba regresando a su casa. Claudia, la mujer de su padre, dijo: “No lo podemos creer. Era un chico maravilloso, siempre con una sonrisa, atento, amoroso con los padres, con sus hijos, con su mujer. Hacía poquito se había casado, destrozaron a una familia que recién empezaba. Estamos con las manos vacías”.

Indignada, afirmó: “Nos están matando, esa es la sensación. Nadie hace nada por noso­tros. Espero que puedan hacer justicia por Mauro”.