No tienen perdón de Dios

Cacos cometieron un asalto en una casa a metros de la Catedral. Golpearon a una familia y huyeron con dinero

Una familia que tiene su casa detrás de la Catedral de nuestra ciudad, en pleno centro, sufrió durante la madrugada de ayer momentos de terror al ser brutalmente asaltados y golpeados por un grupo de delincuentes que, cometido el robo, se dieron a la fuga, sin ser atrapados ni identificados hasta el cierre de esta edición; según informaron fuentes policiales. 

El hecho se registró cerca de las 4 am en una vivienda emplazada en 53 y 15, cuando los cacos lograron ganar el interior de una manera que todavía se desconoce. Lo que quedó certificado es que, una vez adentro, despertaron a los integrantes de la familia a los gritos y golpes, para después llevar a cabo el ilícito. 

Por lo que refirió un vocero de la fuerza, los damnificados fueron encerrados en una de las habitaciones siendo, a su vez, vigilados de cerca por uno de los autores del episodio, mientras el resto de sus integrantes recorría y revolvía las instalaciones. Trama Urbana se acercó hasta el lugar, a metros de la Plaza Moreno, pero las víctimas se excusaron y optaron por mantenerse en silencio asegurando que todavía no se habían repuesto del mal trago. 

Los maleantes decidieron escaparse con dinero en efectivo y elementos de valor, todavía amparados por la oscuridad de la noche, y nada se supo de ellos, ni siquiera en qué llegaron como tampoco en qué se fueron. 

Vecinos preocupados 

Tras el robo se hicieron presentes agentes del Comando de Patrullas, coordinados por el comisario Ricardo Astopini. Recibieron las características de los malhechores y fueron tras ellos, junto a sus pares de la comisaría Primera. 

Sin embargo, el operativo cerrojo implementado no obtuvo resultados positivos. 

La UFI 9 de Autores Ignorados caratuló la causa como “robo calificado”. 

Una modalidad delictiva en aumento

En los últimos tiempos, en nuestra ciudad, se hicieron cotidianos los robos contra casas durante la madrugada, cuyos propietarios descansan tranquilamente y son levantados a los gritos y golpes, o con una linterna en su cara. 

El último caso resonante lo había padecido un periodista en su finca de Barrio Norte (35 entre 4 y 5), cuando tres delincuentes treparon a su departamento del segundo piso, entraron por una puerta balcón y lo sorprendieron mientras dormía, el pasado 4 de mayo. 

Si bien vive solo, de vez en cuando se quedan a pasar la noche sus hijos, aunque afortunadamente ese día no lo hicieron. 

Según contó la propia víctima, los cacos lo golpearon, lo amordazaron y lo ataron, mientras lo amenazaban para que revelara dónde escondía el dinero. 

“Esa madrugada me despertó la luz de una linterna y tres sombras que se me abalanzaron a golpes”, contó en aquel momento el profesional. Con elementos de valor y dinero en efectivo, los malhechores se dieron a la fuga y hasta el momento nada se sabe de ellos. 

Esa misma modalidad de robo se repitió en otras casas de la ciudad, tanto en este como en el pasado año. “Son casos difíciles de prevenir, ya que a las víctimas las sorprenden mientras duermen”, le aseguró a este diario un jefe policial, quien agregó que “una cosa es pedirles que tengan sumo cuidado al entrar o salir de su finca, o al guardar el auto; pero en estos casos, que se encuentran descansando, la prevención se torna difícil”.