08/08/2015 - 07:15hs
Un joven de 22 años, con dicho beneficio desde febrero, se libró del monitoreo electrónico y cometió ilícitos con dos menores, en La Cumbre. Atacó a mujeres
Un convicto de 22 años que gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria fue detenido ayer en La Cumbre luego de cometer junto a dos menores una serie de robos a transeúntes a punta de cuchillo, informaron fuentes policiales.
Al sujeto, que había sido condenado por el delito de “robo calificado”, poco le importó su condición, no sólo de presidiario sino de fugado, ya que “el 31 de mayo, después de que el 13 de febrero haya abandonado la prisión de Olmos para estar en su casa con una pulsera electrónica, se sacó la misma y se fue de su domicilio, sin que lo pudiéramos encontrar”, le contó a Trama Urbana un jefe de la fuerza.
Prófugo de la justicia, el peligro delincuente volvió a las andadas y reclutó a dos adolescentes, de 14 y 15 años. Los tres intentaron cometer ayer, alrededor de las 8 en 518 entre 134 y 135, dos robos contra mujeres que caminaban por el lugar. “Tenían dos cuchillas de carnicero, con las que amenazaban a las víctimas”, agregó el pesquisa.
Agentes del CPC, coordinados por Wilfredo Vilca y bajo las normativas del comisario inspector Ignacio Rosales, de la Jefatura Distrital Oeste, se acercaron al lugar y divisaron a los sospechosos. Los aprehendieron y los llevaron al destacamento La Unión, donde se constató que el mayor de los tres era el individuo prófugo.
De esta manera, afronta ahora una nueva imputación penal (“tentativa de robo calificado por el uso de arma blanca, agravado por haberse cometido en poblado y en banda con la participación de menores”), además de la que ya tenía y del “quebrantamiento del arresto domiciliario”. Por su parte, los menores fueron entregados a sus padres debido a su edad.