29/03/2016 - 06:35hs
El dueño de Bonafide, confitería céntrica que fue asaltada en Pascuas, se mostró indignado. Es el asalto número 15 que sufrió. Se habrían llevado 100 mil pesos
El microcentro platense se convirtió en las últimas semanas en uno de los lugares elegidos por los asaltantes para llevar a cabo sus fechorías: días atrás robaron al menos en tres kioscos en menos de 24 horas, mientras que poco después hicieron lo propio en una casa de venta de ropa femenina, dentro de una galería. En ninguno de los casos se logró dar con los autores, y parece que la tendencia delictiva continúa en la zona ya que, ahora, fue el turno de una reconocida confitería, que fue atacada en un momento clave y oportuno: durante el domingo de Pascuas.
En esta oportunidad, fuentes policiales y la misma víctima informaron que actuaron dos cacos, quienes ingresaron pasadas las 19 horas del domingo con un único pretexto: vaciar la caja registradora sin pérdida de tiempo, para huir a continuación y perderse de vista.
Lo llamativo del hecho es dónde ocurrió: en Bonafide, emplazado en pleno centro, donde se supone que el constante ir y venir de peatones, sumado al movimiento de los transportes públicos, además de la presencia de los agentes de la Policía Local, atenta contra la posibilidad del ilícito. Pero nada más lejos de la realidad.
Uno de los maleantes entró al local de 7 entre 48 y 49, cuando en el interior se encontraba el dueño y una empleada; el propietario refirió que “abrimos siendo domingo porque era Pascuas, si no, no lo hubiésemos hecho. Lo hicimos a la mañana y a la tarde”. Detalló que el delincuente, ya en el interior, “mostró un arma con prepotencia y violencia”, para exigir el dinero de la recaudación y apoderarse de más de “1100 pesos”, mientras su cómplice quedó afuera.
Con el botín asegurado (algunas fuentes mencionaron que en realidad fueron 100 mil), los autores del ilícito escaparon “no sabemos en qué”, pero el dueño de la confitería se quedó con amargas sensaciones: “ya nos habían robado otras 15 veces y, si bien te acostumbrás, estamos desalentados, agobiados y cansados, y nos preguntamos para qué seguimos”. Por último, señaló que el incidente “fue muy rápido, no duró más de dos minutos”. Acerca de la presencia policial, aseguró que “no había nadie, y la que llegó lo hizo a los 10 minutos y hasta sin chaleco”. La comisaría Primera, quien tuvo profundos cambios en su dirección en las semanas anteriores ante graves irregularidades, es la encargada de tratar de dar con los responsables.