Fue en un kiosco de 7 entre 33 y 34. Los delincuentes robaron dinero y bebidas. Tras una persecución policial, uno fue demorado y otro terminó con un disparo en el hospital. Habló el kiosquero en exclusiva con diario Hoy.
22/08/2020 - 21:37hs
Dos delincuentes sembraron el pánico tras protagonizar un violento robo en la jornada de ayer, que incluyó también una feroz persecución policial y un enfrentamiento a los tiros. El hecho comenzó pasadas las 15 en Barrio Norte y finalizó en San Carlos minutos más tarde.
Voceros detallaron que ambos ladrones ingresaron a un kiosco ubicado en la zona de 7 y 35. A golpes y bajo amenaza de arma de fuego, redujeron a las cinco personas que estaban presentes y, tras quitarle dinero y pertenencias, escaparon a toda prisa a bordo de un Volkswagen Gol.
Sin embargo, la Policía fue notificada de lo sucedido y varios móviles de la fuerza salieron tras los sospechosos. Se inició de esta forma una dramática persecución, que se extendió por varias calles de la ciudad, hasta que los implicados fueron interceptados en la zona de 519 y 135.
Lejos de querer rendirse, los malhechores se enfrentaron a los tiros con los uniformados, hasta que uno de ellos recibió un disparo y su compañero decidió deponer su actitud. El hampón que resultó ileso fue llevado hasta la comisaría Segunda, mientras que el herido fue trasladado hasta el hospital de
Gonnet, donde constataron que había recibido un impacto de bala en el omóplato.
Por su parte, el kiosquero afectado habló con diario Hoy: "Ya me habían venido a robar hace un mes atrás violentamente. A mi empleado hoy le robaron y le llevaron una cifra cercana a 14 mil pesos, mercadería, cigarrillos y bebidas. La inseguridad se agravó desde la cuarentena, porque es el segundo robo en dos meses". Los agentes incautaron dentro del coche de los malhechores un total de 14.000 pesos en efectivo y un revólver. Asimismo, si bien una de las víctimas y uno de los oficiales resultaron lesionados durante el atraco y la persecución, al cierre de esta edición fuentes señalaron que sus vidas no corrían peligro.