Salvaje entradera en Tolosa: asesinaron a funcionario de Fiscalía de Estado

Trama Urbana

26/01/2015 - 07:00hs

Los delincuentes sorprendieron al hijo cuando llegaba a su casa de 1, 521 y 522, en Tolosa. Le pidieron las llaves del auto y de la casa. Su padre tiró con su arma desde el interior. Hubo un feroz intercambio de disparos. Recibió un proyectil en el pómulo derecho y murió.

Otra muerte absurda, innecesaria. A sangre y fuego. Un funcionario de la Fiscalía de Estado bonaerense fue asesinado ayer a la madrugada en su casa de Tolosa cuando recibió un mortal disparo en su pómulo derecho, al intentar defender a su hijo de una entradera.

“No lo puedo creer…me mataron a mi marido por defender a mi hijo, que lo tenían en el piso y le pegaban con un arma en la cabeza”, dijo Ana María a Trama Urbana. La mujer con la voz quebrada por el inmenso dolor. Y agregó: “Acá estoy. Haciendo los trámites en la morgue. Es terrible”

La víctima identificada como Alfredo Alberto “Pancho” Coppari (56), director del departamento contable en la Fiscalía de Estado, había comenzado a disparar desde el interior de su vivienda, de calles 1, 521 y 522, al ver que en la puerta de ingreso tres delincuentes armados tenían reducido a su hijo Martín (al que le exigían las llaves del vehículo y de la vivienda) y a su novia Yésica (29)

Fue en ese momento, cerca de las 4 de la madrugada, que se produjo un intenso tiroteo en el porche o jardín de acceso a la casa. En total, siete disparos dieron contra la pared del frente, la puerta principal y las ventanas. Uno de los proyectiles ingresó en la cabeza de Allfredo Coppari.

La esposa dio aviso al 911. Y solicitó una ambulancia. Pero al ver que los paramédicos demoraban, la familia decidió trasladar a la víctima rumbo al San Roque de Gonnet en el primer móvil policial que arribó al lugar.

Fuentes policiales informaron que el hombre falleció al ingresar al hospital. También indicaron que el fatídico hecho comenzó cuando su hijo Martín, de 26 años, fue sorprendido por tres delincuentes en el ingreso de su casa, ubicado en el numeral 1030 de la calle 1.

Hay dos versiones sobre ese puntual instante. El joven aseguró que los delincuentes lo habían estado siguiendo cuadras antes en un Fiat Siena de color negro. Incluso, algunos vecinos vieron a ese auto alejarse del lugar a toda velocidad cuando se produjeron los disparos.

Otros vecinos, en tanto, aseguraron que los tres delincuentes salieron de atrás de los árboles, junto a las vías y amparados en la oscuridad, cuando vieron estacionar a Martín Coppari su Ford K de color rojo frente a su vivienda.

El joven venía junto a su novia, según se indicó, y los asaltantes lo encañonaron y lo primero que le pidieron fue el auto. Martín iba a guardarlo junto al vehículo de su padre un Volkswagen Bora, estacionado también en la entrada de la casa.

Al parecer, los gritos y el forcejeo fueron escuchados por el padre de Martín, quien observó la secuencia desde la ventana del dormitorio, luego fue a buscar su arma de uso personal, un revólver calibre 38 de color plateado, y comenzó a disparar contra los delincuentes. Los asaltantes respondieron a sangre y fuego y le dieron un balazo en la cabeza. El proyectil que le interesó el pómulo sería calibre 9 milímetros.

Las fuentes consultadas señalaron que Alfredo Coppari habitaba esa vivienda junto a su esposa Ana María, una docente del Colegio Normal, y sus dos hijos. Uno de ellos es Martín, que en medio del enfrentamiento recibió tres culatazos en la cabeza. Otro hermano, Juan, se encontraba de vacaciones en el sur y ayer había tomado un vuelo urgente de regreso a La Plata.

“Lo mataron por defender a mi hijo”

Ana María Boyadjian (55) es docente de la Escuela Normal 1 de La Plata. Ayer transcurrió toda la tarde entre los trámites de la morgue y la casa de sepelios.

“Mataron a mi marido por salir en defensa de mi hijo”, expresó la mujer a Trama Urbana, quien no logra entender la pesadilla que está atravesando. “Mi esposo vio que tenían a mi hijo tirado en el piso y le estaban pegando en la cabeza. Fue buscar el arma…y me lo mataron”, afirmó Ana María.

“Soy una más de la que se agrega a la extensa lista de mujeres a las que le asesinaron al marido, que pasa a integrar esa lista de muertes sin sentido, inexplicables”, aseveró la esposa de la víctima, cuya vivienda donde se desató la tragedia está ubicada a tan sólo siete cuadras de 522 bis, 7 y 8, donde se encuentra la casa de Ofelia Wihelm, la madre de la presidenta. Allí precisamente, Cristina Fernández  de Kirchner pasó su niñez y adolescencia. Extraña coincidencia.

Una feroz balacera en pocos metros

Alejandro es el cuñado de la víctima. “Mi mujer (Ana María) estaba en el interior de la casa y vio cuando Alfredo enfrentó acá mismo a los delincuentes”. El joven señala la entrada donde apenas entras el Bora de Alfredo y el K de Martín. En esa escasa superficie de 3 m por 8 m, se desató la feroz balacera. La víctima había alcanzado a disparar cuatro veces al suelo, pero su fuego fue respondido por los maleantes y una de las balas le dio en el rostro.

“Estoy fue una entradera, querían los autos, y luego ingresar a la casa”, aseguró Alejandro.

Infierno en la madrugada

Ayer a la tarde, a pesar de las altas temperaturas, varios vecinos permanecieron junto a la casa de Alfredo Coppari, casi a modo de vigilia. Visiblemente consternados. “Era un vecino ejemplar. Una familia buenísima. El hombre, desde su trabajo en Fiscalía de Estado nos ayudó muchísimo para que pudiéramos tener nuestra vivienda”, recordó Marcela. Dijo que “se escucharon varios disparos en la madrugada”.

Mónica, por su parte,  coincidió en señalar que Alfredo “era una excelente persona”, que “siempre daba una mano en el barrio”, y contó que hubo vecinos que vieron al Siena de color negro fugar a gran velocidad Al parecer, según dijo, ese era el auto con el que venían siguiendo al K rojo.

“Aunque estamos seguros que los tres delincuentes salieron desde las vías”, aseveró Mónica, rodeada de una decena de vecinos. Ante la consulta sobre si en estos días se habían producido hechos similares, la mujer respondió “a mí me acaban de robar el auto delante de mi casa”. Mónica vive a sólo tres viviendas de la familia Coppari, sobre la misma vereda.

Zona caliente

Los vecinos de Tolosa se mantienen alertas por la inseguridad. En los últimos días juntaron firmas para que se reformulen las zonas en las que está dividida la jurisdicción de la comisaría sexta. Se trata de un viejo pedido de “partir” la zona que va de 532 a 514 y de 122 a 1 que cuenta con un solo patrullero para cubrir toda esa área, a metros de donde ayer se produjo el homicidio de Alfredo Coppari. “No podemos entender como no atienden este viejo reclamo de que esta zona debe ser dividida para contar con más móviles y efectivos”, indicó en la ocasión, Pablo Pérez  dirigente institucional de Tolosa.