Salvaje robo a tiros a una cajera de un supermercado de San Carlos

La víctima recibió un disparo en mediode un brutal asalto, hecho por el cual no hay detenidos. Escalada de violencia e inseguridad en la región.

Trama Urbana

02/08/2025 - 00:00hs

En la jornada de ayer, en la zona de 143 y 528 bis de la localidad de San Carlos, dos delincuentes armados ingresaron al supermercado Belén con rostros cubiertos. Bajo amenazas, exigieron el dinero de la caja y dispararon sin piedad contra una trabajadora.

La víctima, de 27 años, recibió un balazo en la pierna izquierda y fue trasladada de urgencia al Hospital San Roque de Gonnet. El proyectil le provocó una herida con entrada y salida, aunque su vida no corre peligro. Los atacantes escaparon en un Toyota Yaris negro y, hasta el momento del cierre de esta edición, no fueron detenidos.

El caso volvió a encender las alarmas sobre la crítica situación de seguridad en La Plata. No se trató de un robo exprés ni de un arrebato desesperado: fue un asalto violento, planificado, con armas de fuego y una víctima inocente baleada en su lugar de trabajo. El hecho pone en evidencia el desamparo en el que viven comerciantes, trabajadores y vecinos, que conviven con una sensación constante de amenaza.

Lejos de tratarse de un episodio aislado, al día siguiente, en pleno centro de la ciudad, se vivió otra escena que revela hasta qué punto se ha deteriorado la seguridad pública. Dos delincuentes intentaron robar una moto frente a la Legislatura provincial. Pero esta vez fueron enfrentados por un grupo de repartidores que no dudó en reducirlos por la fuerza.

La escena fue filmada y se viralizó rápidamente. La frase de uno de los trabajadores, “son rastreros”, resume la indignación acumulada y la bronca por la terrible sensación de inseguridad que viven a diario. Finalmente, la policía intervino y los ladrones fueron detenidos.

Ambos episodios reflejan un patrón preocupante: la violencia se ha naturalizado y las respuestas institucionales son cada vez más ineficaces. En los barrios o en el microcentro, la delincuencia actúa con impunidad, mientras la policía llega tarde o no llega. Los ciudadanos, por su parte, comienzan a reaccionar por cuenta propia, corriendo riesgos innecesarios ante la falta de presencia y prevención del Estado.

La Plata, como tantas otras ciudades de la provincia de Buenos Aires, atraviesa una crisis de seguridad que no se soluciona con slogans ni patrullajes esporádicos. Hace falta una política seria, sostenida y transparente. Mientras tanto, los vecinos siguen pagando el costo del abandono con miedo, con bronca y, a veces, con sangre.

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