16/08/2014 - 06:00hs
Un obrero de 49 años murió en el Paseo del Bosque cuando mampostería de una histórica edificación se desprendió y le golpeó la nuca. La víctima perdió la vida en el acto. Estaba realizando tareas de mantenimiento. Conmoción
Un albañil de 49 años murió ayer a la mañana en el Paseo del Bosque cuando realizaba tareas de mantenimiento en la cúpula del Teatro del Lago “Martín Fierro”, y se le cayó encima un pedazo de mampostería cuando el hombre se encontraba en un andamio, informaron fuentes policiales.
El trágico episodio sucedió pasadas las 9 y la víctima fue identificada oficialmente como Julio César Carballo, quien junto a otros obreros había empezado a trabajar en el histórico predio efectuando tareas de refacciones como parte del proceso de restauración.
Carballo era teniente 1º de la Policía Bonaerense y se encontraba de licencia desde el 26 de junio pasado.
Un vocero de la fuerza indicó que mientras dos obreros empezaron a sacar una plantas que se habían impregnado en la edificación externa, un pedazo de grandes dimensiones de la mampostería se desprendió e impactó en la nuca de Carballo.
El tremendo golpe hizo desplomar al obrero, el que falleció en el acto.
Inmediatamente sus compañeros pidieron ayuda y en minutos arribaron efectivos de la comisaría Novena, una ambulancia y bomberos.
Especialistas de Policía Científica y un perito arquitecto de la Dirección Sinestral de Bomberos realizaron los estudios de rigor y el cuerpo del albañil fue derivado a la morgue de La Plata, donde horas después practicaron la operación de autopsia.
En el caso tomó intervención la UFI nº 10 de la fiscal María Scarpino, la que calificó el hecho como muerte en accidente.
Las tareas de puesta en valor del lugar eran realizadas por la Secretaría de Gestión Integral de Residuos y Mantenimiento Urbano de la Municipalidad de La Plata, que había empezado a realizar trabajos de mantenimiento exterior, extracción de árboles, control de malezas y trabajos de preservación y cuidado del anfiteatro.
En el lugar se vivieron momentos de suma conmoción. “Los obreros no podían creer lo que había pasado y la gente que por lo general practica actividad física se agolpó para saber qué había ocurrido”, explicó uno de los investigadores.