Los cuatro efectivos quedaron filmados cuando sacaban una bolsa del interior del auto mientras su dueño no estaba.
03/09/2020 - 18:00hs
En medio del escándalo en Chaco por la denuncia que involucra a la Policía de esa provincia en la compra de 3.000 kilos de bizcochitos por más de 650.000 pesos, durante la madrugada del jueves, cuatro policías bonaerenses quedaron detenidos después de que el video de una cámara de seguridad expusiera el momento en que le robaban 500.000 pesos a un hombre que acababa de protagonizar un choque en San Francisco Solano.
El hecho ocurrió poco después de la medianoche en el cruce de las calles 850 y 893, en el sur del conurbano bonaerense y poco después los efectivos involucrados en el episodio fueron desafectados de sus cargos por la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial.
Todo empezó con el choque entre dos vehículos. Los conductores, Guillermo Sosa y Carlos Sixto Rodríguez, resultaron heridos y tuvieron que ser asistidos en el lugar. El primero de ellos por un corte importante en su cabeza, mientras que el otro conductor, se comprobó que tenía 2.45 de alcohol en sangre cuando el máximo permitido es de 0.5.
El detalle que las cámaras de seguridad ubicadas en esa esquina no dejaron que pasara desapercibido fue que, mientras los heridos eran trasladados a la comisaría para realizar los trámites por el accidente, los policías que se habían acercado al lugar aprovecharon para robarles.
Las imágenes muestran claramente cuando una de las oficiales saca de adentro de uno de los autos una bolsa de nylon negra con 500 mil pesos. La impunidad del robo se terminó poco después cuando el dueño del dinero descubrió que había desaparecido y pidió en la comisaría que revisaran las grabaciones pertenecientes al lugar del choque.
Así fue como quedaron incriminados Mario Omar Duarte, Misael Estrada, Alejandra Hintz y Leandro Gastón Luna, tras lo cual la fiscal Curra Samaniego, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Quilmes, ordenó el allanamiento de los patrulleros en los que se movilizaban y encontró la evidencia: el paquete con los 500 mil pesos en billetes de 500 y 1000 pesos, y además una cartuchera con un revólver calibre .32 sin documentación.
En el caso puntual de Estrada, se lo imputó por “hurto calificado por la condición de funcionario público en concurso real con tenencia de arma de uso civil”, ya que se pudo probar que el revólver secuestrado era suyo.
Hasta el momento, los cuatro acusados se negaron a declarar y quedaron formalmente detenidos por orden del juez de Garantías de Quilmes, Martín Nolfi, a cargo de la causa.