Se viene el invierno ecónomico

El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, ratificó que mantendrá las tasas de interés de corto plazo elevadas en más de un 38% y "en modo contractivo" hasta tanto no perciba señales "inequívocas de una merma en los niveles de inflación".

Sturzenegger está convencido de que su prioridad es frenar la inflación, y por eso no duda en mantener las tasas altas aunque esta medida afecte directamente el crecimiento.

Incluso el presidente de la entidad bancaria, aclaró que si los datos de marzo mostraran algún descenso "por décimas", en el ritmo de ajuste del costo de vida, eso "no será suficiente para cambiar la visión del BCRA en el corto plazo", es decir, para promover en el mercado ese retroceso.

Esa aclaración sobre los plazos tomó más sentido luego cuando, respondiendo una pregunta, dijo creer que la inflación a nivel nacional "ya alcanzó un pico" que adjudicó a los efectos de la política monetaria ultraexpansiva y con alto predominio fiscal. "A nivel nacional, no vemos que haya razones para que siga subiendo. En la ciudad de Buenos Aires tal vez sí, por los últimos aumentos de tarifas", explicó el funcionario en relación con el alcance regional del tarifazo. Lo que da una pauta que esta situación inflacionaria, y el tarifazo, no acortaría el horizonte de vigencia de las tasas altas.

Esta es la tendencia en política monetaria, y el super equipo económico que presentaba ni bien asumía el presidente Macri, aún no da un atisbo del plan a largo, mediano y corto plazo que deberíamos llevar a cabo para salir de la crisis.

Los datos tienden a confirmar que la vigencia de las tasas altas (llevan un mes) es una forma para paliar la desmedida inflación en el mediano plazo pero, por estos días, sólo fomentó el regreso de la bicicleta financiera.

Los economistas no dudan de que la política monetaria astringente que lleva adelante el BCRA agrega presiones recesivas a la economía, al resentir la oferta de crédito.