El Alto Valle con el nivel “mas bajo” de toda su rica historia y aún espera
Los chacareros del sur argentino, y de ese Alto Valle que ayer fue luz, necesitan de ayuda urgente para paliar la “mayor crisis de la historia”, tal como etiquetó Jorge Figueroa, titular de la Federación Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén. Con pérdidas severas el año 2014, y una rentabilidad negativa que no llega a alcanzar a cubrir los costos de producción.
Una ayuda que deberá ser urgente poder cosechar la producción de ésta temporada. Mientras el viento del Alto Valle parece llevarse las palabras hacia Buenos Aires, donde se realizan las reuniones, “cada hora que pasa hay un productor menos. Cuando se cansa de pelear, decide salvarse vendiendo su chacra para un loteo o a una empresa petrolera", explicó Mirta Eberhardt, productora frutícola de estirpe rionegrina.
El gobierno nacional hizo un ofrecimiento, pero el sector frutícola lo consideró insuficiente y se abrió un compás de espera. La Nación ofreció $50 millones y los productores demandan 92 para aportes, beneficios impositivos, devolución de retenciones y solucionar la situación.
Quien lleva adelante la gestión en Casa de Gobierno es la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y en la reunión de ayer –la tercera-, las caras adustas de productores, exportadores y representantes de la industria juguera marcaban a las claras el distancimiento en la búsqueda de un acuerdo con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien anunció la propuesta y luego escuchó las posturas. Pero todo terminó en la informalidad cuando el gobierno pidió a los productores y exportadores que elevaran una propuesta por mail al correo electrónico de Aníbal Fernández.
Además, se habló sobre un "mecanismo para disminuir las asimetrías" respecto a los mercados europeos y ruso y en ese orden desde el Poder Ejecutivo se comprometieron a gestionar ante la embajada de Rusia en la Argentina una rebaja del arancel con que ingresa la fruta a ese mercado y que supera los 4 dólares por caja de peras o manzanas.
La producción de peras y manzanas generan 74.000 empleos directos en Río Negro y Neuquén pero el panorama es crítico.
Según se pudo saber, el martes de la semana próxima tendría que estar el fondo de asistencia, que empezó con 50 millones y podría tener un techo de hasta 150.
Mientras tanto, en silencio, con el sacrificio que todo hombre digno de haber este suelo pone en su afán diario, la cosecha se mueve lento como lo haría una tortuga… con frutas chicas, que no responden al calibre tradicional, en una muestra clara de la crisis absoluta.
Crisis que, por otro lado, ya advertimos hace un par de años, en la que observamos el penoso pasar de los productores que se quedan con centavos de su producción, a raíz de las empresas que monopolizan el comercio interior y exterior, y que no por casualidad son amigas y beneficiadas por el poder político.