La falta de gas generó gastos millonarios

Como consecuencia de la crisis energética, Argentina le pagó en 2012 a la petrolera estatal boliviana YPFB más de 1.700 milllones de dólares para abastecerse del combustible.

La crisis energética que está viviendo el país no sólo está afectando la producción y el consumo domiciliario, sino que también está demandando millones de dólares al año para poder abastecer el consumo interno, lo que resulta inaudito en un país que históricamente ha sido productor de hidrocarburos. En 2012, Argentina gastó 1.700 millones de dólares para comprar gas a Bolivia.

Lo confirmó el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, quien destacó que, entre otrascosas, gracias a la gran demanda argentina las ventas a los países vecinos crecieron poco más de un 40por ciento respecto de 2011.

Villegas informó que Argentina entregó 1.731,57 millones de dólares durante 2012 por la compra de gas a la firma trasandina y que en total se recaudaron el año pasado 5.796 millones de dólares por la venta de gas natural a sus países limítrofes.

El directivo de la petrolera estatal boliviana también destacó que la inversión de 1.593 millones de dólares es la más alta en los últimos años, para el desarrollo de los campos petroleros Margarita, Sábalo y Yapacaní que están en el Chaco boliviano, en sudeste del país.

“Hemos aumentado la capacidad de procesamiento de gas y líquidos porque las empresas privadas hicieron nuevas plantas en el marco de los contratos de operación y los planes de trabajo y presupuesto”, dijo Villegas.

Todo lo contrario ocurre en la Argentina, donde los recursos hidrocarburíferos fueron entregados a empresas extranjeras durante los noventa con la complicidad del entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, que no sólo acompañó esa entrega sino que también la incentivó.

Pasaron cerca de veinte años de desinversión en la exploración de nuevos recursos hasta llegar a agotar las reservas y volver a estatizar una empresa vaciada y sin recursos.