"Salir del cepo cambiario demandará tres años"

El ex ministro de Economía Roberto Lavagna aseguró que "salir del cepo al dólar tardará como mínimo tres años" y explicó que "la falta de continuidad en las políticas de Estado" tiene consecuencias como las que generó el fallo del juez estadounidense Thomas Griesa que dio lugar a reclamos de los fondos buitres por 1.330 millones de dólares.

Al aludir la entrada en vigor de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Lavagna explicó que "todos lo que sirva para concentrar medios (de comunicación) en manos de empresarios cercanos al Gobierno es negativo".

El ex funcionario durante la presidencia de Néstor Kirchner consideró como necesario modificar "todo el programa económico y social" impulsado por el kirchnerismo.

Aseguró que el 2012 concluye con "una economía que prácticamente no crece, que tiene una tasa de inflación importante, un déficit fiscal significativo, controles cambiarios, baja tasa de inversión y escasa tasa de creación de empleo".

Lavagna explicó que "la política económica es algo integral: un mecanismo de relojería" y consideró que "no se trata de tirar medidas aisladamente, se trata de modificar claramente todo el programa económico y social".

Manifestó que "buena parte de los problemas económicos actuales han sido autoinfligidos" y expresó que pese a que "las condiciones internacionales fueron muy positivas, se perdió el superávit fiscal y el superávit de cuenta corriente".

Consultado sobre su parecer respecto a la situación de la deuda que Argentina mantiene con los fondos buitres, Lavagna dijo que estos inversores "siempre van a continuar reclamando" y estimó que aquí "el problema es lo que hacemos nosotros, y lo que hacemos nosotros tiene que tener cierta lógica".

Admitió que luego del canje abierto en el 2010, que fue "armó una consultora internacional", "no se hizo más nada y la falta de continuidad en las políticas de Estado tiene este tipo de consecuencias".

Respecto a las trabas cambiarias, Lavagna explicó: "hay un cepo al dólar porque la política energética es probablemente el fracaso más grande de la actual administración. Hace cinco años Argentina tenía un superávit en la cuenta comercial de energía y este año estamos gastando once mil millones de dólares en comprar energía en el exterior".

Estimó que "en el mejor de los casos tendríamos tres años de restricciones" que actualmente traban la compra-venta de dólares en el mercado local.